Los institutos valencianos protagonizan la primera huelga del curso de la LOMCE

La Comunidad Valenciana ha tenido este jueves su primera huelga estudiantil antes que cualquier otra autonomía, de la misma manera que tuvo el inicio de clases más temprano de todo el Estado. Los convocantes lo valoran como un anticipo de las protestas contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE) en el primer año de aplicación de la gran reforma educativa del Partido Popular.

Como suele suceder con las huelgas estrictamente estudiantiles, su seguimiento resulta difícil de evaluar. El Sindicat d'Estudiants convocante cifraba a media mañana en un 80 por ciento el seguimiento de la huelga en los institutos de Secundaria de la provincia de Valencia.

La Consejería de Educación no ha dado datos por provincias y se ha referido a la Comunidad Valenciana en su conjunto al valorar el seguimiento como "muy desigual", tras realizar un muestreo. En los centros públicos ha señalado un 18% y en los concertados un 3%.

Unos 700 estudiantes se han concentrado a mediodía ante la sede central de este departamento, con pancartas en las que se podía leer "LOMCE no!, Català i Wert dimissió! o "Condicions dignes a l'escola pública", junto a otras referidas al calor soportado en clase en las dos primeras semanas del curso. El decálogo reivindicativo asociado a estas movilizaciones incluía referencias a la masificación en las aulas, la falta de profesorado y las condiciones y deficiencias materiales de los centros públicos, entre otras.

También explicaba que han tenido "poco tiempo" para poder difundir por los centros la convocatoria, que el sindicato hizo el viernes pasado, y que les había sorprendido la respuesta positiva de la Administración a la solicitud de una reunión con la consejera, María José Català. A pesar de no producirse ningún acuerdo en el encuentro mantenido ayer con el secretario autonómico de Educación, Manuel Tomás, el Sindicat d'Estudiants reconoce que es la primera vez que ocurre algo así.

Aunque había menos manifestantes que el viernes pasado, cuando se batían récords de calor en la Comunidad Valenciana, Ainoa Murcia, miembro de la organización del Sindicat d'Estudiants, explicaba a las puertas de la consejería que "esto es solo el comienzo, un empuje para la convocatoria las huelgas convocadas a nivel estatal los días 21, 22 y 23 de octubre contra la Lomce".

"Disconfort" térmico

J. M. J.

Educación ha insistido en contrarrestar las denuncias de excesivo calor en las aulas para impartir las clases, al difundir un informe del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat), según el cual el calor no produjo riesgos ni motivó la limitación de la actividad docente, únicamente "disconfort" térmico

El registro de temperaturas y humedad fue realizado en 10 centros de las tres provincias. Las visitas de los técnicos se efectuaron del 8 al 12 de septiembre. Las mediciones valoraron, puntualiza la consejería, "el riesgo por calor para los trabajadores en condiciones normales de trabajo, es decir, con alumnos y profesores".

En todos los centros, prosigue, "los técnicos concluyeron que no existía ninguna limitación para la práctica normal de la actividad docente y que no se daban las condiciones necesarias para afirmar que existía riesgo por calor ni estrés térmico".

Junto a los estudiantes se han manifestado representantes de STEPV y CC OO, sindicatos que apoyaban la huelga. Por parte del primero, han reiterado la petición de la dimisión de la consejera, María José Català, que ha sido coreada por los estudiantes. Por parte del segundo, han recordado que habían hecho un "llamamiento a la colaboración" del profesorado, para que no pusieran exámenes en el día de huelga ni obstaculizaran su desarrollo.

En distintas ciudades de la Comunidad Valenciana se han producido a lo largo del día otras manifestaciones de respaldo a las protestas estudiantiles, organizadas por las plataformas comarcales de Defensa de la Enseñanza Pública u otras entidades. En Valencia, cerca de 4.000 personas se han manifestado desde la Plaza de San Agustín, con un lema común en la pancarta de cabecera:  "Consellera dimissió", en referencia a la consejera de Educación, María José Català,  hasta la Plaza de la Virgen donde se ha leido un manifiesto conjunto en defensa de la educación pública y contra la LOMCE.

A la protesta se han unido varios sindicatos universitarios, como A Contracorrent, el Front Estudiantil Unificat o el Front Estudiantil del País Valencià. Varios centros educativos, como el IES Massamagrell, el colegio Ciutat de Cremona de Alaquàs, o el San Juan de Ribera de Burjassot, desfilaban con sus propias pancartas.

Tanto la consejera de Cultura como el secretario autonómico de Educación han reclamado que no se interfiriera en el normal desarrollo de las clases.  En cuanto a la demanda planteada en la Mesa de Directores celebrada el lunes, en el sentido de que se retrasara una semana el comienzo de las clases para poder organizar bien los centros, Manuel Tomás ha sido escueto. "Se valorará", ha dicho, y ha defendido el cambio del inicio de las clases al 3 de septiembre por un afán de "racionalidad".

Català ha reconocido que los directores de centros "comunicaron que sería interesante" atrasarlo "tres o cuatro días a efectos de organización". Ha añadido que no piensa "bajo ninguna premisa" en volver al "calendario tradicional en el que Secundaria comenzaba la tercera semana de septiembre".

El secretario autonómico, Manuel Tomás, ha comparecido ante los medios para hacer valer como aspectos positivos del inicio de curso que el profesorado estuviera mayoritariamente en sus puestos al comenzar las clases, que se hubieran abonado a los centros los gastos de funcionamiento y las ventajas del traslado de los exámenes de septiembre a julio.