Padres y profesores muestran al monarca su malestar por los recortes
Decenas de personas se manifiestan fuera del colegio en medio de fuertes medidas de seguridad
La Casa Real había advertido a la comunidad educativa de que los Reyes no aceptarían regalos. Ni siquiera un ramo de flores. Los monarcas abandonaron el colegio de Pereiro con un par de muñecas y cuentos (en gallego y castellano) para sus hijas, varios escritos reclamando su intervención para resolver problemas de financiación en educación y sanidad y el eco de profesores y Anpas clamando contra los recortes de la Xunta, la Lomce y la monarquía.
Dentro del recinto, representantes del Anpa del Ben-Cho-Shey se las arreglaron para deslizar en las manos de la Reina dos sobres: uno pidiendo mejoras estructurales y que fomenten la conciliación laboral en ese colegio y el otro de la coordinadora de asociaciones de niños con problemas especiales a los que los recortes de la Xunta han dejado este año sin el cheque escolar. Doña Letizia ya había recibido antes otra documentación: los informes médicos de Ismael, un pequeño ourensano de cinco años afectado por un retraso de crecimiento intrauterino y que para desarrollarse necesita un tratamiento que el Sergas le deniega. “La Reina nos dijo que lo leería y nos contestaría”, comentaron esperanzados los familiares del niño.
“La Lomce es la ley del Opus Dei”, “Ben-Cho-Shey y Galicia no tienen Rey”, clamaban parapetados tras las vallas custodiadas por las fuerzas de seguridad integrantes de la Plataforma en Defensa do Ensino Público, Anpas y sindicatos mientras los monarcas se volcaban con los alumnos del colegio. Tanto la confederación de Anpa (Confapa) como los representantes sindicales invitados al acto declinaron su asistencia apelando a su malestar por los recortes.