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El Rey admite “problemas muy graves” en la educación ante Wert y Feijóo

Felipe VI ve carencias en los datos que el ministro tilda de “esperanzadores”

Pereiro de Aguiar -
Don Felipe y doña Letizia, esta mañana en Pereiro de Aguiar.
Don Felipe y doña Letizia, esta mañana en Pereiro de Aguiar.LAVANDEIRA JR (EFE)

No pudo haber mayor simbología ni más contradictoria. Los Reyes de España eligieron un pequeño colegio del rural ourensano dirigido por un militante nacionalista y confeso republicano para inaugurar ayer oficialmente el nuevo curso académico, un centro con un nombre cargado de retranca gallega: Ben-Cho-Shey, alias del escritor galleguista Xosé Ramón Fernández Oxea, sobre quien el monarca reclamó información. En estas aulas, acompañado de las autoridades educativas —del conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, y del ministro José Ignacio Wert— y de cargos políticos encabezados por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Felipe VI destacó “problemas muy graves” del sistema educativo. Los mismos —la “alta tasa de abandono escolar” y las “dificultades para la inserción laboral de nuestros jóvenes”— a los que unos minutos antes el ministro se había referido como logros de su gabinete.

 “Hay datos que animan a la esperanza”, proclamó Wert en un discurso bilingüe para celebrar la “disminución de la tasa de abandono escolar temprano”, el “aumento del porcentaje” de escolarizados en edades posteriores a la obligatoria y el “mayor crecimiento” del alumnado que opta por la FP, apuesta de la Lomce promovida por su gabinete. Apenas unos minutos más tarde, el Rey echaba por tierra su entusiasmo.

Felipe VI dibujó un panorama negativo del sistema educativo. Aun reconociendo que “son muchos los avances conseguidos en las últimas décadas”, el Rey lamentó que “siga habiendo problemas muy graves”. Felipe de Borbón tildó de “hecho triste” el “elevadísimo” porcentaje de alumnos que abandona a edades tempranas la enseñanza advirtiendo que ello provoca “dolorosas situaciones” personales y “lastra el futuro de la sociedad en su conjunto”.

Inmediatamente después de que Wert alabase las cualidades de la Lomce que este año se estrena en algunos cursos de primaria, el Rey urgía a “aumentar la calidad” de la educación que definió como “un derecho fundamental” además del “mejor instrumento de desarrollo personal”; la base, dijo, sobre la que se desarrolla “toda sociedad libre y próspera”. El monarca calificó además como “hecho tan grave como innegable” la “frecuente falta de adecuación de las competencias de muchos ciudadanos a las necesidades de la economía real”, algo que, destacó, deriva en un “desajuste”, toda vez que el mercado laboral necesita profesionales “con aptitudes que no han podido obtener en su vida escolar”. Pidió al respecto que se adecúe la oferta formativa “en los tramos que sea preciso”.

El discurso reivindicativo del Rey chocó con el triunfalista del ministro, exento de alusiones concretas a la enseñanza pública, en el que destacó que la Lomce “ya está dando sus primeros frutos”; en Galicia, el “refuerzo” del tiempo dedicado a lengua y matemáticas, precisó. Feijóo pasó de puntillas por la situación de la enseñanza. El presidente de la Xunta se centró en destacar que Galicia ha pasado “del aislamiento a la comunidad global” con un modelo plurilingüe “que beneficia a más de 220 centros públicos”. La única alusión directa a la pública la realizó el director del Ben-Cho-Shey, Antón Gómez, para agradecer a los Reyes que hubieran elegido “un colegio público, garante de la igualdad de oportunidades” para inaugurar el curso.

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