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Apuros del PP y PSOE para hallar candidato a la alcaldía de Madrid

UPyD celebrará primarias para elegir a su ‘número uno’ e IU cambiará de candidato en el marco de Ganemos Madrid

La alcaldía de Madrid es imprescindible para el PP y el PSOE a la hora de asegurarse el Gobierno autonómico, y de gran importancia para llegar a La Moncloa o mantenerse en ella, pero nunca ha sido un destino político de primer orden a nivel personal.

La urgencia del PP por mantener en 2015 una plaza que ostenta con mayoría absoluta desde hace casi un cuarto de siglo, y que las encuestas ponen ahora en cuestión, y la ansiedad de la izquierda por arrebatársela explican en parte la inestabilidad interna de estas semanas, que se traduce en tres partidos (PP, PSOE e IU) con un líder municipal que no lo será dentro de ocho meses.

UPyD aún debe organizar primarias, a las que sí se presentará su actual portavoz, David Ortega. Y Podemos, que no tiene representación municipal, pero se le augura y fuerte, ha de elegir candidato y dilucidar posibles alianzas.

Así, la ciudad será hasta mayo foco de tensiones partidistas y titulares, pero su gestión pasará a segundo plano, en manos de políticos con los días contados (patos cojos, en el argot de EE UU).

La consideración de Madrid como plaza secundaria viene de lejos. En 2003, a Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional, no le alegró nada que José María Aznar le relegase a ese puesto, también entonces en riesgo.

En 2011 se presentó a la reelección para asegurar la mayoría absoluta, a sabiendas de que duraría apenas unos meses en un cargo que nunca quiso y del que llevaba al menos cuatro años intentando escapar. Logró dejarlo en diciembre, siete meses después de los comicios, cuando Mariano Rajoy le hizo ministro de Justicia.

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Gallardón se marchó sin mirar atrás y dejó en su puesto a la número dos en la lista, Ana Botella, que jamás expresó en público su ambición de ser alcaldesa y que la semana pasada renunció a intentar revalidar el cargo en las urnas en las elecciones de 2015.

La principal aspirante a sustituirla como candidata popular es Esperanza Aguirre, cuyo entorno defiende su aspiración como retiro y broche final a su carrera política. La decisión la tomará Rajoy, enemistado con Aguirre: ya ha dicho que se lo tomará con calma.

El PSOE, por su parte, lleva más de una década sufriendo para encontrar un candidato de relumbrón dispuesto a plantar batalla (y a perderla ante el PP) en la capital.

Los tres últimos candidatos socialistas (Trinidad Jiménez en 2003, Miguel Sebastián en 2007 y Jaime Lissavetzky en 2011) lo fueron fundamentalmente por lealtad personal (a José Luis Rodríguez Zapatero en los dos primeros casos y a Alfredo Pérez Rubalcaba en el segundo). Jiménez y Sebastián se estrellaron y dejaron el puesto. Lissavetzky también perdió, pero decidió quedarse.

Quería repetir como candidato. Presumía de ello, incluso, al considerarlo clave para concitar la confianza de unos votantes recelosos por la volatilidad del cargo. Pero, como le sucedió a Botella, su propio partido prefirió descabalgarle.

Su probable sustituto, Antonio Miguel Carmona, tampoco despierta el entusiasmo de la dirección nacional, y es más conocido entre los ciudadanos por participar en tertulias televisivas que como diputado regional, economista o profesor universitario. Goza, eso sí, de la máxima confianza del líder socialista en Madrid, Tomás Gómez. El resultado de las primarias, en caso de celebrarse, se sabrá el 19 de octubre. Carmona aún no ha anunciado que se presentará (es cuestión de horas), y su posible rival, el sociólogo Enrique del Olmo, todavía debe lograr el 20% de avales para concurrir.

En IU, el candidato en 2007 y 2011 y actual portavoz municipal, Ángel Pérez, anunció en marzo de 2013 que no repetiría. Pocos le creyeron y, aunque ha vuelto a insistir, algunos en su formación dudan.

El sector mayoritario (que representa al 51% y cuenta con el liderazgo regional, en manos de Eddy Sánchez) cedió en primavera ante la corriente alternativa (con un 49% de apoyos y el respaldo de la dirección nacional) para asegurar la paz interna y la candidatura de Sánchez a nivel regional.

Así, Pérez debe dejar paso a una candidatura consensuada dentro de la plataforma Ganemos Madrid, en la que participan Equo y diversos movimientos sociales y ciudadanos de izquierda. El cabeza de lista está aún por decidir, pero esta opción ha ganado enteros dentro de IU después de que el sector mayoritario aparcara sus reticencias y apostara la semana pasada a su favor. A esta gran coalición se podría unir Podemos, si así lo votan sus afiliados; otra opción sería presentarse por separado, en cuyo caso podía ser candidato el politólogo Juan Carlos Monedero.

UPyD celebrará primarias —"de verdad”, presumen— en octubre o noviembre, a las que se presentará su actual portavoz municipal, David Ortega.

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