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La dura experiencia de ser público

Una obra en Tàrrega hace vivir al espectador las penalidades de la inmigración

Los actores de 'Fugit' dirigen al público al que se ha vendado los ojos en la representación en Tàrrega.
Los actores de 'Fugit' dirigen al público al que se ha vendado los ojos en la representación en Tàrrega. javi martín (50millimeters.com)

La Fira de Tàrrega, punto de encuentro de artistas callejeros nacionales e internacionales y uno de los principales enclaves del teatro de calle, inauguró ayer su primer día de feria. Los más de 30 grados al sol no impidieron que cientos de asistentes disfrutaran de la amplia oferta. Desde primera hora de la mañana los artistas ensayaban en las plazas y calles, improvisando escenarios, mientras la banda de música Sidral Brass Band, amenizaba con sus trompetas, trombones y tambores, animando a los transeúntes a unirse a ellos.

A las 11 h comenzaba uno de los platos fuertes del programa: la obra Fugit, de Kamchàtka. La compañía catalana se conoció en 2006 en el Festival de calle de Poble Nou y desde entonces no se ha separado. Sus integrantes son tres italianos, un americano-israelí, un belga y cuatro catalanes, bajo la dirección de Adrián Schvarstein. La temática de sus obras ha versado siempre sobre la vida del inmigrante. "Intentamos que el público empatice y viva lo que es ser inmigrante", dijo el productor de la compañía, Jerome Devaud.

En su primera obra, Kamchàtka ( 2002) retrataron la llegada del inmigrante. Han conseguido representarla más de 260 veces en 21 países. Con la segunda, Habitàculum (2010) lograron transmitir las dificultades por las que pasan las personas migrantes. Y en esta última Fugit, que estrenaban ayer, representan el momento de la huida.

En ‘Fugit’ te embarcan en una constante huida por sitios desconocidos

Durante 90 minutos en el que los nueve actores no pronuncian palabra, el espectador se deja llevar por completo. La obra se inicia en una casa derruida donde los intérpretes, ataviados con ropaje de los año 20 y cargando maletines, embarcan al espectador en una constante huida. Previamente, despojan de móviles e identificaciones a los asistentes. La obra discurre en distintos espacios, escaleras que llevan a azoteas desconocidas, patios de luces, calles donde los contenedores hacen las veces de escudos humanos, garajes sin luz donde los asistentes deben encender una caja de cerillas para ver en la oscuridad. Y así hasta llegar al punto de destino.

La interacción con el público es una de las características más notorias de esta compañía. Al final del recorrido, los espectadores son obligados a ponerse una venda en los ojos y agarrarse a la persona que tienen jdelante.

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En la Plaza Major, Les filles Follen, con Thank you for dancing, consiguieron hacer bailar a niños, jóvenes y mayores. Su performance representaba un videojuego en el que el público decidía en directo el movimiento de baile que las jóvenes debían llevar a cabo. Otra de las actuaciones destacadas de fue la de Fundación Collado. Su obra Constructivo una mordaz crítica al consumismo y al negocio de la construcción.

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