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Los Rolling, turbantes y ‘estelades’ toman el centro de Barcelona

Ambiente festivo y reivindicativo en las horas previas a la gran concentración independentista

Manifestación en Barcelona en la confluencia de Glòries con Gran Via.
Manifestación en Barcelona en la confluencia de Glòries con Gran Via.MASSIMILIANO MINOCRI

El centro de Barcelona se ha visto inundado desde primera hora de la mañana con camisetas rojas y amarillas, la mayoría de ellas estampadas con el lema “Ara és l’hora”, camiseta oficial de la Diada al precio de 15 euros. Estelades y senyeras, de todos los tamaños y texturas, completan una escena también compuesta por rostros pintados, cochecitos de bebé engalanados e incluso un añejo 600 con matrícula de Madrid y pintado con símbolos independentistas. Las banderas también hondean en las motos de un grupo de motociclistas que, a ritmo de bocinazo, levantan la mano con el símbolo de victoria mientras circulan por la Gran Vía. Los transeúntes aplauden a su paso. Un perro labrador tiene el cuello cubierto por un pañuelo de la estelada:  "Se llama Pep y también es independentista", explica entre risas Ricard, su dueño.

Los más madrugadores han sido personas mayores como Julià Gròs, de 77 años, que lleva toda su vida viviendo en el barrio de Gràcia. Le acompañan Ana y María, dos navarras de Pamplona que se han desplazado en tren hasta la ciudad condal para acompañar a su amigo catalán en la concentración.

Les adelanta un grupo de amigos con camisetas amarillas en las que aparece el inconfundible símbolo de los Rolling Stones, la boca con la lengua fuera, con una pequeña alteración: la lengua está pintada con los colores de la estelada. “Nos gustan los Rolling, nos gustan nuestros colores y nuestra cultura”, añade Martí Guillem, de 42 años, que junto a su grupo de amigos, acompañados por sus hijos, asistirán a las a la V, prevista a las 17.14 en 11 kilómetros de dos de las mayores avenidas de Barcelona, la diagonal y la Gran Via.

En el Paseo de Gràcia, los turistas ceden hoy paso a los protagonistas de la Vía Catalana. Entre ellos, Gagan Deep, un indio de Punjab de 27 años, mediador cultural, que junto a su turbante y su larga barba negra lleva una camiseta amarilla con la estelada impresa. “El año pasado asistí también a la Diada y las mujeres mayores me cogían la mano, me abrazaban y me besaban agradeciendo mi asistencia”, explica el joven indio con un perfecto catalán. “Soy un indio catalán”, asegura Deep, mientras varios transeúntes se paran a hacerle fotos y a darle la mano.

La mayoría de los asistentes a la Diada aseguran que su participación en la marcha viene motivada por la necesidad de reivindicar su cultura y la unión de los catalanes. Aunque muchos de ellos creen que habrá consulta el próximo 9 de noviembre, Ivet, una joven catalana, se muestra convencida: “No habrá consulta porque el Gobierno de Madrid no la va a permitir, pero al menos asistiendo a la Diada esperamos que los políticos abran los ojos y vean que esto es lo que quiere una gran mayoría de la sociedad catalana”, concluye la joven.

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