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El Puerto planea convertir la antigua sede de Bienestar en un hotel de lujo

Pórtico de Mar ofrece invertir 30 millones a cambio de prolongar la concesión

Edificio del Palau de Mar donde Pórtico prevé construir un hotel.
Edificio del Palau de Mar donde Pórtico prevé construir un hotel. MASSIMILIANO MINOCRI

Uno de los dos edificios del Palau de Mar, en la Barceloneta, tiene todos los números para convertirse en un nuevo hotel de lujo de la capital catalana. La Autoridad Portuaria de Barcelona ha recibido de la concesionaria del edificio, Pórtico de Mar, la petición para modificar los usos del inmueble que hasta agosto del año pasado era la sede del Departamento de Bienestar y Familia. El contrato finaliza en 2019 pero la compañía, filial de Sociedad General Inmobiliaria de España (SGIE), intenta alargar ese periodo para poder rentabilizar la inversión que sería necesaria para adaptar los 18.500 metros cuadrados del edificio a las necesidades de un establecimiento hotelero, calculado entre 25 y 30 millones de euros.

Su objetivo es convertir el actual edificio de oficinas en un alojamiento de alta gama, con suites en la última planta e, incluso, piscina en la terraza. El lugar es privilegiado, ya que se encuentra justo delante de la polémica marina de lujo del Port Vell que construye el grupo inglés Salamanca Investments.

SGIE es optimista respecto a los planes expuestos hace ya dos años ante el Puerto y el Ayuntamiento de Barcelona, pero también es consciente de que antes tendrá que conseguir un cambio de usos del edificio, que actualmente está dedicado a oficinas. Para ello, depende de que el Consistorio haga un plan especial urbanístico, pero antes, que se modifique la actual Ley de Puertos del Estado, ya que actualmente ésta prohíbe que haya hoteles en zonas portuarias en los primeros 20 metros desde la línea de mar. El grupo de CiU en el Congreso intentó hace dos semanas enmendar ese articulado para adaptar el Palau de Mar a esas condiciones, pero retiró en el último momento la propuesta por la polémica sobre el turismo masivo en la Barceloneta. La enmienda proponía reducir esa distancia hasta los seis metros, justo la que separa al Palau de Mar de los pantalanes del Port Vell.

Trias dice que "no tiene ningún interés en que allí se instale un hotel" mientras que CiU intenta modificar la ley para encajarlo

"Hace un par de años que empezamos a mover este proyecto y nos han dicho que en cuestión de un año o un máximo de dos podríamos tener lista la tramitación", explicó Bertrand Chevallereau, consejero de Pórtico de Mar, quien aseguró haber hablado del proyecto con el presidente de la APB, Sixte Cambra, y el alcalde Xavier Trias, consciente de que es necesario "un acuerdo político". Una portavoz del Puerto de Barcelona negó que exista "ninguna petición formal" del proyecto y aseguró que la APB "no negocia nada" al respecto. El Ayuntamiento aseguró ayer que "no tiene ningún interés en que allí se instale un hotel. Y, por tanto, no se hará".

Según Chevallereau, SGIE ha recibido muestras de interés de "grupos hoteleros españoles e internacionales" para gestionar un establecimiento. Y, consciente de la reciente polémica por las quejas vecinales ante el exceso de turistas en la Barceloneta, el ejecutivo explicó que es un edificio ubicado en "un lugar donde no molesta a nadie y que cuenta con accesos y las infraestructuras necesarias, como un aparcamiento subterráneo".

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Pórtico de Mar argumenta que hay que cambiar los usos del inmueble por la complejidad de que este continúe albergando oficinas. Y más después de que la Generalitat lo abandonara y dejara de pagar los 364.000 euros mensuales por ocuparlo.

La Autoridad Portuaria de Barcelona está ante la tesitura de qué hacer con los dos edificios que forman parte del Palau de Mar, cuyas concesiones expiran en 2019. Mientras que la antigua sede de Bienestar puede convertirse en un nuevo hotel de Barcelona, el otro edificio, que alberga al Museu d'Història de Catalunya, también podría cambiar de uso. El Departamento de Cultura prevé su fusión con el Museo de Arqueología. En función de cómo se renegocie la concesión, el espacio se quedaría en el mismo lugar o sería trasladado, explicó una portavoz.

La concesión del Palau de Mar, los antiguos Almacenes Generales de Comercio construidos en 1890, fue adjudicada coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos. Pórtico de Mar ganó el concurso con la condición de rehabilitar y explotar los inmuebles. A cambio, la sociedad paga un canon fijo por metro cuadrado explotado y un canon variable equivalente al 8% de los ingresos de explotación. En total, en 2012 —antes de la marcha de Bienestar— pagó cerca de 900.000 euros.

Sociedad General Inmobiliaria de España, con sede en Madrid, forma parte de un conglomerado empresarial francés y su primer ejecutivo es Roberto Balkany, amigo del rey Juan Carlos. Uno de los consejeros de la sociedad es Jaime de Marichalar, exmarido de la Infanta Elena. El grupo ha construido diferentes centros comerciales en España y gestiona otros, como L'Illa Diagonal o Gran Via 2.

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