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Una sentencia obliga a sancionar los ‘bous al mar’ de L'Ampolla

La Generalitat debe abrir expediente por los festejos de 2013

Correbous de L'Ampolla, en las fiestas de la Virgen del Carmen en 2005.
Correbous de L'Ampolla, en las fiestas de la Virgen del Carmen en 2005.Josep Lluis Sellart

Una sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Tarragona ordena a la Generalitat abrir un expediente sancionador a los organizadores de los bous al mar celebrados en L'Ampolla (Baix Ebre) en verano de 2013. Los bous al mar, muy criticados por los defensores de los animales, es una modalidad de correbou que se realiza anualmente en el puerto de este municipio. Se trata de hacer caer a los toros al agua para rescatarlos desde una embarcación con una soga ligada al cuello o a las astas y devolver al animal a tierra firme para continuar con el acto.

La Asociación Contra la Tortura y el Maltrato Animal (Actyma) denunció a la Dirección de Administración de Seguridad, de Servicios de Juegos y Espectáculos de la Generalitat al considerar que los festejos del año pasado vulneraron la ley que regula las fiestas con bous. El recurso se interpuso tras la decisión de los servicios territoriales del Departamento de Interior de archivar el expediente abierto por una denuncia de Actyma sin multar ni al Ayuntamiento ni a la entidad organizadora del evento.

Entre los motivos para solicitar la apertura del expediente sancionador, el juez cita el hecho de que el recinto donde se celebraron los actos  estuviera abierto al mar

Entre los motivos para solicitar la apertura del expediente sancionador, el juez también cita el hecho de que el recinto donde se celebraron los actos taurinos estuviera abierto al mar

Tras analizar las pruebas aportadas por la asociación, entre ellas documentos gráficos, el juez considera que existen “indicios claros de la participación de menores de 14 años en los actos”. En las fotografías aportadas se observa a menores de edad en una barca “cuya función parece la de reintegrar a los toros a la playa” acompañando a una persona “que pone la cuerda alrededor del cuello del toro”, relata la sentencia. Entre los motivos para solicitar la apertura del expediente sancionador, el juez también cita el hecho de que el recinto donde se celebraron los actos taurinos estuviera abierto al mar, dado que la ley “exige que los toros estén en un recinto cerrado”. “En consecuencia, la modalidad de L'Ampolla, por muy tradicional que pudiera ser, entra en contradicción aparente con la norma reguladora”, argumenta la sentencia.

Los vecinos hacen caer a los toros al agua para rescatarlos desde un barco con una soga ligada al cuello
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El juez, además, dice que la investigación realizada por la Generalitat no permite descartar si los animales sufrieron lesiones, como denunció Actyma. “Indiciariamente podrían haberse producido al observarse en las fotografías tanto palos como sogas al cuello de los animales”, afirma el instructor del caso, que carga contra la Generalitat: “La prueba en la que la Administración se basa para entender que no ha habido daño es absolutamente inadecuada e incluso podría calificarse de torticera”. El juez carga contra el Ejecutivo catalán porque este presentó como prueba un documento que en realidad es un reconocimiento veterinario del estado de los animales antes de iniciar los festejos taurinos, pero en el que no se detalla en qué condiciones estaban al finalizar el acto.

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