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Un líder “consolidado” con pies de barro

El secretario regional perdió el control del partido en el pulso de Sánchez y Madina

Las elecciones europeas del pasado mayo dibujaron un escenario desolador para las aspiraciones del Partido Socialista de recuperar el control de la Comunidad tras 20 años ininterrumpidos de gobiernos del PP. Los 397.000 votos menos cosechados en Madrid en los comicios al Parlamento Europeo respecto a los de 2009 significaron el peor resultado del partido en su historia, con un respaldo inferior al 19%.

Aun así, el resultado pareció ajeno a la cúpula regional. Lejos de la introspección, Gómez y su cúpula PSM evitaron un examen de conciencia. Mientras, Patxi López abandonaba la secretaría general de los socialistas vascos. Lo mismo hizo Roberto Jiménez en Navarra. Tiempo después, les siguió Pere Navarro en Cataluña. Solo en esas tres comunidades los socialistas empeoraron los datos de Madrid. Sus máximos responsables presentaron su dimisión, al contrario que Gómez. El secretario general del PSM aguantó y, cuatro meses después, tras reinventarse apoyando a Pedro Sánchez —en Madrid nadie olvida que éste tomó partido por Trinidad Jiménez y contra Gómez en 2011— en las primarias tras la renuncia de la presidenta andaluza, Susana Díaz, su favorita, parece tener asegurada la candidatura a la presidencia de la región.

“Tomás será el candidato más por incomparecencia del contrario más que por méritos propios. La pax con Ferraz ha incomodado a buena parte de la gente de Sánchez, que aguardarán su momento, a después de las elecciones”, dicen en el círculo cada vez más reducido de Gómez. Imbatible en los procesos internos —ha superado los cinco que ha afrontado—, su control del aparato desde que fue nombrado secretario general del PSM en 2007 le hace sentirse más cómodo en un proceso de primarias solo para militantes. Aunque eso le lleve a contradecir sus principios: su apuesta por unas primarias cerradas, es decir, por un espacio más controlado, choca con su tradicional defensa de unas primarias a la francesa.

La secretaria de Organización de los socialistas madrileños, Maru Menéndez, ya dejó claro en enero la predisposición del responsable del PSM descartando unas primarias en abierto por el liderazgo “consolidado” de Gómez. Los resultados del partido desde que el exalcalde de Parla lo encabeza en la región invitan a pensar lo contrario: en las europeas de 2009 el PSOE obtuvo el 35,61% de votos (48,58% el PP); el 26,27% en las autonómicas de 2011 (51,73%); el 26,05% en las generales de ese mismo año (50,97%); y el 18,94% en las últimas europeas (29,88%).

A Gómez tampoco le beneficia la fractura con algunos de sus más firmes defensores, como los diputados regionales y senadores José Quintana y Enrique Cascallana. Reacios a obedecerle y apoyar a Sánchez, la vieja guardia del PSM optó por José Antonio Pérez Tapias. Mientras, el sector de jóvenes promesas del tomasismo avaló a Eduardo Madina.

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