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Condenado un policía de Meco por agredir a un vecino

El hombre, que conducía una furgoneta, tardó 35 días en curarse del traumatismo craneoencefálico que sufrió

F. Javier Barroso

Un policía municipal que prestaba servicio en el municipio de Meco, Rafael Fauro Escribano, ha sido condenado a un año y nueve meses de prisión por agredir a un vecino de la localidad, al que tendrá que indemnizar con 4.400 euros, según una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. El agente presta servicio en la actualidad en el municipio alicantino de Benidorm.

Según relata la sentencia de la Sección 2ª de la Audiencia Provincial, el policía municipal recibió una comunicación el 9 de febrero de 2009 de su emisora, en la que se le informaba de que un vecino de la localidad, G. O. H., que tenía una orden de prohibición para entrar en la localidad, había accedido a la misma. El agente junto con su compañero, el policía 838-07, vieron una furgoneta conducida por el padre del afectado por la orden.

Le obligaron a parar y le pidieron que abriera las puertas y el portón del vehículo. “El acusado procedió a cachear al hombre, momento en el que el agente, que vestía su uniforme y portaba su dotación reglamentaria, con el ánimo de menoscabar su integridad física, hizo que cayera al suelo de rodillas, dándole varios golpes con la mano cerrada en la cabeza”, recoge la sentencia de la Audiencia Provincial. La víctima sufrió traumatismo craneoencefálico y contractura cervical, de las que tardó en sanar 35 días.

Tras todo ello, dejaron marchar al hombre y se mantuvieron a la espera delante de la vivienda del hombre. Este salió a los pocos minutos y explicó a los agentes que tenía autorización por escrito del juez para ir ese día al centro de salud de Meco. La presencia de un testigo ha sido fundamental para condenar al agente: “Este testigo presentó un testimonio especialmente sincero y creíble, pues lejos de tratar de dar toda clase de detalles acerca de lo que vio, y de narrar minuciosamente los hechos, fue claro en decir lo que vio y lo que no vio”, añaden los jueces.

“Siendo el agresor un agente joven, y como el mismo reconoció, experto en artes marciales y con capacidad para matar a una persona si él quiere de un solo golpe, no creemos que en modo alguno pueda decirse que el hecho sea menos grave”, concluyen los magistrados. Estos también han pedido que se le abra un procedimiento penal al compañero del policía porque ha podido incurrir en un delito de falso testimonio.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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