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El adelanto del curso escolar obliga a readaptar numerosos servicios

El metro se refuerza, los libreros abren antes y las familias adelantan su regreso

Una niña pasea en bicicleta frente al nuevo colegio Puerto Rico de Valencia, que se abrirá la semaña próxima.
Una niña pasea en bicicleta frente al nuevo colegio Puerto Rico de Valencia, que se abrirá la semaña próxima. Tania Castro

La decisión de la Consejería de Educación de iniciar el próximo día 3 el curso escolar y convertirse en la autonomía más madrugadora en la aplicación de la LOMCE ha obligado a readaptar un buen número de servicios para evitar el ya de por sí complicado regreso de los alumnos a las aulas.

Así, el pasado día 21, Metro Valencia anunció que reforzará entre los días 3 y 12 de septiembre su servicio en horas punta por el adelanto del inicio del curso escolar, duplicando según el caso la frecuencia del paso de convoyes. Y ya la semana pasada era posible escuchar conversaciones, como la registrada en una papelería y librería de L'Horta Nord en la que explicaban que las familias acuden como nunca por estas fechas a pedir los manuales del nuevo curso y que la Casa de la Cultura del municipio estaba gestionando en pleno agosto el reciclaje de libros de texto. En una cafetería próxima a la librería, una mujer aseguraba que la familia volverá a Valencia esta semana en vez de la primera de septiembre como tenía por costumbre. Hay que preparar la vuelta al cole anticipada.

El regreso a las aulas se inicia entre 6 y 12 días antes que en otras autonomías

Los colegios e institutos de la Comunidad Valenciana serán los primeros en comenzar las clases de toda España y experimentar la LOMCE antes que nadie. Así será en Primaria, Secundaria y Formación Profesional, salvo primero de FP que empezará el día 12. Las diferencias con otras autonomías van de 6 a 12 días y más. Véase: el calendario varía del 15 de septiembre de Cataluña (el 22 para la FP superior), al día 8 de Madrid (10, para Secundaria y 1 de octubre para la FP superior), pasando por el 10 y 15 de septiembre de Andalucía y Galicia o el 12 y 18 de septiembre en Extremadura.

Si en la recta final del curso pasado la confluencia del adelanto de los exámenes de septiembre y de la puesta en marcha de la LOMCE tensionó a la comunidad educativa y la propia Administración, con ceses de tres altos cargos incluidos, “los problemas en el inicio de curso vendrán de la adaptación en muy poco tiempo”, puntualiza Miguel Ángel Vera, responsable de la federación de Enseñanza de CC OO.

“La nueva realidad de toda la comunidad educativa, tanto familias y alumnado como profesorado, es un ‘aterriza como puedas”, dice, tras reiterar que la LOMCE, a la que se han opuesto tanto el suyo como otros sindicatos, se está aplicando de manera precipitada y que ni siquiera lleva asociada una formación del profesorado específica y previa. Cerca del 30% de la plantilla docente pública no es estable y conocerá su centro casi a la vez que empiecen las clases.

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Algunos estrenarán hasta colegio, como los alumnos del Puerto Rico de Valencia, o el Princesa de Asturias de Elche. “Son demasiadas novedades juntas”, señala el director de un colegio de L'Horta Sud, cuyo equipo procuró agilizar las tareas pertinentes en julio, incluida la reunión con los padres de primero de Infantil, que siempre se hacía a primeros de septiembre, y cuyas circunstancias pueden haber cambiado en verano por lo que probablemente “haya que duplicar ahora la faena”, dice resignado.

Casi un 30% de los docentes

El trabajo, advierte, “se complica con la aplicación de la LOMCE”, que arranca en los cursos impares de Primaria. En este, como en muchos otros centros, el claustro, de acuerdo con las familias y para facilitar la reutilización, decidió no cambiar más libros que “los imprescindibles”, es decir, los de Primero, que son fungibles porque se escribe sobre ellos, y los de Sociales y Naturales, porque son materias totalmente nuevas de la LOMCE. “En otros centros los claustros han optado por renovar la mayoría de los libros de las nuevas asignaturas”, se quejan algunas asociaciones de padres. Día 11, la Consejería de Educación publica el decreto que regula los ciclos formativos de Formación Profesional Básica (FPB).

El decreto no solo regula los ciclos que empiezan a sustituir los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI, en los que el pasado curso estaban matriculados unos 1.200 estudiantes), sino que se ocupa especialmente “del acceso, admisión y matrícula” de los nuevos ciclos. Nada especial, si no fuera porque su alumnado que estudiará FPB el próximo curso en alguna de las 7.500 plazas autorizadas por la Consejería de Educación, solicitó ya su inscripción a finales de julio, con no pocos problemas de carácter técnico y esperas para las familias y los gestores de los centros. Así que a falta de un decreto propio, las instrucciones para poner en marcha estos ciclos “se tuvieron que basar en el decreto estatal”. “Es para llorar”, subraya Miguel Ángel Vera. “Ha habido mucha improvisación”, lamenta el jefe de estudios de un gran instituto público valenciano. “Las listas definitivas no estarán hasta el 8 de septiembre y veremos qué pasa si no le dan plaza a un aspirante de tercero de la ESO o repetidor de segundo, cuando los grupos de Secundaria ya estén hechos”.

Siguen pendientes sendas órdenes que desarrollen la normativa de la FPB y los Programas de Cualificación Básica, pensados para alumnado con necesidades educativas especiales. Un interrogante más para un curso que viene cargado de ellos, bajo el peso de la ley y el calendario.

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