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El aeropuerto y el puerto avanzan la recuperación con resultados récord

El turismo y las exportaciones lanzan hasta los 243 millones el beneficio de ambas instalaciones

Dani Cordero
Terminal del puerto de Barcelona dedicada al tráfico de vehículos.
Terminal del puerto de Barcelona dedicada al tráfico de vehículos.carles ribas

El listado de 23 agravios que el pasado 30 de julio Artur Mas puso sobre la mesa de Mariano Rajoy incorporaba uno referido al aeropuerto de Barcelona: la necesidad de impulsar un tren lanzadera que facilitara la conexión de la Terminal 1 de El Prat con la capital catalana. Pocos días antes, Gobierno autonómico y estatal se habían enzarzado en otra guerra a raíz del uso que el Ministerio de Fomento quería hacer de los recursos generados por el puerto de Barcelona, asunto que CiU convirtió en otro foco de conflicto con el Gobierno central, al lamentar que los beneficios cosechados en Cataluña se fueran a utilizar en otros puertos españoles.

Ambos casos son ejemplos de que lo que sucede alrededor de puerto y aeropuerto no es baladí. Dos infraestructuras dependientes de estructuras estatales (Aena Aeropuertos y Puertos del Estado) que el Gobierno catalán proyecta como símbolo de la vertebración de la economía catalana. El Ejecutivo autonómico tiene ahora más argumentos que nunca: ambas se comportaron el año pasado como nunca y cerraron el ejercicio con beneficios récord. Ganaron en conjunto 243 millones de euros en 2013, se convirtieron en las infraestructuras más rentables de España y avanzaron lo que Artur Mas decía hacía unos días que tiene "acento catalán": la recuperación económica del conjunto de España.

"Está claro que la reactivación económica ha impulsado parte de la mejora de los resultados de ambas infraestructuras", señala Salvador Guillermo, director del departamento de economía de Fomento del Trabajo, quien destaca el papel de ambas instalaciones: "Son una herramienta importante por el impacto que tienen sobre la actividad empresarial".

En el caso del aeropuerto de El Prat, el turismo, que continúa viento en popa, está detrás de los 168,27 millones de euros que ganó el año pasado (tras ingresar 663,99 millones), unos resultados que dejan muy atrás al aeropuerto de Barajas (84,7 millones de euros) en cuanto a rentabilidad. Fuentes de Aena indican que tras esos resultados se encuentran el incremento de pasajeros del año pasado —35,2 millones de pasajeros y el hito de haber superado por primera vez a su rival madrileño—, el aumento de las tarifas aprobado por el Gobierno central, la reducción de costes y la contención de las inversiones.

Otras fuentes señalan que tras esos números también existe un interés de embellecer las cuentas de Aena ante su próxima privatización. Una privatización que ha sido criticada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia porque considera que no permite una gestión independiente de cada aeropuerto, como Generalitat y organizaciones económicas catalanas reclaman desde hace tiempo.

[TEX]El caso de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) es muy distinto, con una gestión individualizada desde hace años y controlada por el Gobierno de la Generalitat, como demuestra que el actual presidente sea Sixte Cambra, próximo a CiU. También porque el peso del turismo no tiene tanto influjo en sus cuentas. Pese a que en los últimos años se ha convertido en el puerto crucerista de referencia en el Mediterráneo, esa actividad no le genera muchos beneficios, si bien los turistas sí que impactan sobre la economía de Barcelona.

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El grueso de los beneficios proceden de la actividad de importación y exportación de contenedores que tienen origen o destino en Barcelona y su área de influencia, incluido el centro de Europa. Salvador Guillermo explica que, en el caso del puerto, el aumento de la rentabilidad se explica por un auge de las exportaciones y de las importaciones que están marcando el inicio de la recuperación. La mejora de las ventas al exterior explicaría que la industria catalana es competitiva en el exterior y la de las compras que se está reactivando el consumo interno.

El puerto de Barcelona ganó el año pasado 74 millones de euros tras facturar 158,9 millones, aunque esa rentabilidad se explica también por que la APB obtuvo 24 millones de euros de resultados extraordinarios por ventas de activos y otras operaciones. Esos resultados, los mejores de la APB, contrastan con sus dos grandes rivales. El Puerto de Algeciras ganó 36,8 millones y el de Valencia 6,9 millones, pese a que en el ránking de tráfico de contenedores Barcelona está muy debajo de ellos. El motivo no es otro que en Barcelona no hay tanto tráfico de mercancías que hace parada en las instalaciones solo para ser transbordadas a otros buques que los distribuirán a otros puertos. Esa es una actividad que genera mucha menos rentabilidad en las cuentas, como muestran las facturaciones de Valencia (117,6 millones) o Algeciras (83,6 millones).

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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