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corridas generales

Rejones con poco brillo

Los toros impiden el triunfo de los caballeros en la apertura de Bilbao

El rejoneador Andy Cartagena durante la faena a su primer toro en la primera corrida de abono de la Semana Grande de Bilbao.
El rejoneador Andy Cartagena durante la faena a su primer toro en la primera corrida de abono de la Semana Grande de Bilbao.alfredo aldai (efe)

No empezaron con buen pie las Corridas Generales de Bilbao. Una mala corrida de los Herederos de Ángel Sánchez abortó cualquier posibilidad de triunfo de los rejoneadores. Animales sosos, con poca codicia y que buscaron las tablas en lugar de hacer hilo con los caballos.

Ahí se ahogaron la mayoría de las ilusiones de la tarde, porque era un festejo importante, con la presencia de Diego Ventura, que llevaba años reclamando su inclusión en la feria bilbaína. Pero llegó sin el duelo deseado con Hermoso de Mendoza, que aparece anunciado en una mixta junto a Enrique Ponce el martes.

La ausencia del navarro también restó público en los tendidos y además no tuvieron oportunidad de observar el brillante espectáculo que acostumbran a brindar los rejoneadores.

Cartagena, Ventura y Romero

Seis toros de Ángel Sánchez y Sánchez, sosos y manseando.

Andy Cartagena: rejón (saludos) y rejón (oreja).

Diego Ventura: rejón contrario y trasero (silencio) y rejón y descabello (saludos).

Andrés Romero: pinchazo, metisaca, tres pinchazos y descabello (silencio) y rejón y descabello (saludos).

Ventura fue quien firmó un paso más discreto. Se esperaba mucho del lisboeta sevillano, pero en su primer toro estuvo muy desafortunado. Marró en los dos rejones de castigo y sólo con Nazarí dejó algún destello. Con Morante se limitó a la bochornosa suerte de morder al toro y mató mal.

Una vez arrastrado el toro, Ventura desde el callejón hizo un gesto de 'en el siguiente' pero nadie le estaba aplaudiendo. Pareció otro torero, desorientado y con poco acierto. Tampoco en el quinto pudo desquitarse; acabó perdido en un quiero y no puedo ante un rajado ejemplar que engañó con mejores maneras en los primeros compases.

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La actuación más aseada la completó Andy Cartagena, debido a que basó sus faenas en lucir a su cuadra lejos de los toros, rejoneo de otra época, más de lucimiento equino que de toreo a caballo, pero por momentos logró sacudir el tedio de los tendidos y paseó el primer trofeo de la Aste Nagusia.

Andrés Romero llegó en sustitución del lesionado Leonardo Hernández y demostró que le queda mucho recorrido aún. En su primero permitió que dos monturas, Carbón y Guajiro, fueran heridas y esto enfrió los tendidos. En el sexto dio con su cuerpo en la arena en los primeros compases y se estrelló con un toro lesionado.

Faltaron los toros y los rejoneadores pasaron de puntillas por Bilbao. Una oportunidad perdida para Diego Ventura, que siempre ha reclamado un sitio en esta plaza.

Bilbao comienza sus fiestas, una semana de desenfreno sin pausa, y la feria taurina necesita brillo, éxitos y momentos que ilusionen a los espectadores que se acerquen a Vista Alegre. En la primera tarde no hubo suerte, pero quedan ocho intensos días por delante.

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