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Liberadas cuatro mujeres prostituidas en rotondas de Elche

Guardia Civil y Policía Nacional detienen a dos búlgaros y un noruego por trata de seres humanos

Las dejaban en rotondas de los alrededores de Elche (Alicante) hiciera sol o lluvia. A unas las obligaban a realizar todo tipo de servicios sexuales a bajos precios, a otras les cobraban una suerte de impuesto de alquiler por ejercer en la zona. La falta de condiciones de higiene de las mujeres era “manifiesta” y las condiciones “casi inhumanas”, según los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que detuvieron a tres hombres y liberaron a cuatro mujeres en el último golpe perpetrado contra la trata de seres humanos con fines sexuales en la provincia de Alicante.

A los tres detenidos –dos búlgaros y un noruego de entre 32 y 48 años- se les imputan los delitos de trata de seres humanos, prostitución y pertenencia a grupo criminal. Acostumbraban a operar por las carreteras de Elche y Crevillent y tenían dos modos de obtener beneficios: en unos casos cobraban “una comisión” a las mujeres para obtener su protección; en otros, directamente las esclavizaban.

Los tres supuestos proxenetas fueron denunciados por una mujer rumana que suele ejercer en la carretera de la pedanía ilicitana de La Marina, una estampa que se repite de norte a sur en múltiples puntos de las carreteras valencianas.

La mujer, según denunció, fue amenazada por miembros de esta organización para pagar un dinero que le permitiría ejercer en lo que ellos denominaban “su territorio” y obtener también protección por su parte. Era pagar o enfrentarse a una amenaza de muerte, declaró a los agentes.

El material incautado por los agentes a los presuntos delincuentes
El material incautado por los agentes a los presuntos delincuentes

Tras iniciarse las investigaciones, los agentes de extranjería de Policía Nacional de Elche y la Guardia Civil de Crevillent localizaron el domicilio de los tres hombres y se encontraron con cuatro mujeres de nacionalidad búlgara que vivían retenidas con los supuestos proxenetas. Habían sido traídas desde su país y obligadas a prostituirse.

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En el registro practicado, los agentes se incautaron de 900 euros en billetes, 10 teléfonos móviles, una navaja de grandes dimensiones, varias tarjetas SIM, varios recibos de transferencias bancarias, gran cantidad de preservativos, así como diversos útiles para ejercer la prostitución y dos vehículos de alta gama.

Los detenidos, una vez oídas sus declaraciones en dependencias policiales, han sido puestos a disposición de la justicia.

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