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Veinte años de ironía y tacones

The Chanclettes celebran sus dos décadas sobre los escenarios con un nuevo espectáculo en El Molino

The Chanclettes durante un momento de su último espectáculo.
The Chanclettes durante un momento de su último espectáculo.massimiliano minocri

Corría el año 1994 cuando la compañía de teatro The Chanclettes inventaba su forma peculiar de hacer humor: el túrmixplayback. A través de una miscelánea de fragmentos de decenas de películas, anuncios, programas de televisión y canciones de todo tipo y procedencia, la ironía se casaba con la crítica social y política dando vida a una explosión de trasgresión, glamour y un pellizco de insolencia que, en varias ocasiones, llegaba a transfigurar en surrealismo. Usando la técnica del playback, progresivamente se iban definiendo sketch y personajes y las risas se apoderaban de la sala. Tras dos décadas de éxitos, el grupo catalán no ha traicionado su estilo inconfundible y sigue cosechando aplausos.

Durante el mes de agosto la fórmula escénica de Chanclettes, que encuentra en el travestismo caricaturesco su gran punto de fuerza, se repite y vuelve a triunfar en El Molino. Nada de jazz ni de flamenco. Este verano se juega con el cabaret. Este verano la palabra clave es un hashtag: #DputuCool, insinuante título con el cual Josep María Portavella, Josep Coll y el nuevo fichaje del grupo, Xavier Palomino, tratarán de entretener el público celebrando 20 años de carrera.

“Cuando las compañías cumplen 20 años, celebran los grandes éxitos. Nosotros decidimos que queríamos hacerlo todo de nuevo, conmemorarlo de una manera distinta, como una catapulta hacia el futuro”, afirma Portavella, director de un show divertido y ligero, pero al mismo tiempo poliédrico y consciente de los argumentos más calientes de nuestro tiempo. Política, sexo, redes sociales, efectos del alcohol, la Familia Real e, indefectible, la situación de Cataluña. Con el plus de una sorpresa divertida para todos aquellos que irán al lavabo donde no será difícil “tropezar” con Jordi Pujol, Belén Esteban o José María Aznar. “Queremos que la gente pase un buen rato mediante un espectáculo que es reflejo de cómo es la sociedad y cómo son nuestras vidas ahora”, explica.

“El nuestro es cabaret contemporáneo y cosmopolita ya que todo se puede entender por contexto. Sin embargo es muy de aquí. Podría decir que posee denominación de origen catalana”, asegura Portavella.

En 20 años la compañía ha acumulado más de 2.000 espectáculos y apariciones volteando sus pelucas y tacones entre teatros y programas televisivos y obteniendo varios premios.

No solo purpurina y tacones vertiginosos. Las transmusas catalanas —como se autodefinen— representan un triunfo de energía, sarcasmo y diálogos cáusticos, todos elementos estéticos del grupo que festeja sus cuatro lustros jactándose de la colaboración de dos acompañadoras especiales, Brigitta Lamoure y la Mega Pubilla, protagonistas de una serie de gag y de un bingo peculiar, uno de los mejores momentos junto a la exhibición en que la cara de Rajoy aparece con el playback de Paroles, paroles de Dalida.

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Con The Chanclettes vuelve a escena el lado más cabaretero y satírico de la movida nocturna de la capital catalana dentro de un lugar privilegiado que justo para la ocasión se ha transformado hasta en los aseos “para que la gente pueda vivir una experiencia realmente chancletera desde que ponga los pies en el Molino hasta que se vaya”. Durante los 120 minutos del #DputuCool, hay posibilidad de levantarse, ir a tomar una cerveza o un gin-tonic y no es difícil perder la cognición del tiempo y del espacio y pensar de haber sido catapultados solo por una noche en uno de esos cuadros de Manet que refiguraban los café-conciertos típicos de la Belle-Époque.

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