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Thievy vuelve a jugar al escondite

El punta del Espanyol no acude al entrenamiento y pagará 2.000 euros por cada día de retraso

Juan I. Irigoyen
Thievy festeja un gol durante la temporada pasada.
Thievy festeja un gol durante la temporada pasada.RODOLFO MOLINA (DIARIO AS)

Thievy volvió a dar la nota y el Espanyol dijo basta. Ayer era la fecha límite para que el francés se presentara a los entrenamientos y ni asomó la cabeza por la ciudad deportiva Dani Jarque. “No tenemos ninguna explicación, su representante despista”, cuentan desde los despachos de Cornellà. No escarmienta y juega al escondite el delantero, que buscar forzar su salida del club y reincide en sus faltas de disciplina. “No vamos a claudicar frente a las exigencias de un chico que se quiere ir a Málaga para estar con su novia”, explican desde el Espanyol; “el jugador es un activo del club y tenemos que buscar lo que es mejor para nosotros”.

Resulta que Thievy, que no quiere ni pisar Barcelona, está ansioso por marcharse a Málaga, donde tiene a su pareja y a su segunda hija recién nacida. Pero el club andaluz, interesado en el punta, no quiere pagar su traspaso, sino que pretende una cesión. Una opción que el Espanyol no ve con malos ojos si el Málaga alcanza los 200.000 euros y se hace cargo de su ficha. “Hay otro equipo que ofrece más dinero que el Málaga y el Espanyol no va a salir perjudicado. Si no hay arreglo, tendrá que ponerse a las órdenes de Sergio González [técnico del primer equipo]”, afirman desde el Espanyol. “Los dos clubes están negociando y hay pequeñas diferencias. El Espanyol lo presiona para que vuelva a los entrenamientos y Thievy presiona al Málaga para que suba la oferta. Están condenados a entenderse”, dicen desde el entorno del jugador.

“No vamos a claudicar frente a las exigencias de un chico que se quiere ir a Málaga para estar con su novia”, explican desde el Espanyol

No hay manera de domar a Thievy, que ni desde el club ni de su círculo lo pueden contener. El Espanyol volvió a los entrenamientos el pasado 11 de julio y el francés, a través de su representante, solicitó permiso para quedarse en Málaga por el nacimiento de su hija. Luego, prolongó la licencia para disputar un amistoso con la selección del Congo, toda vez que sus padres son de allí. Así, debía presentarse el 21 de julio en Sant Adrià, pero a la espera de una nueva convocatoria con la selección, tampoco regresó. Este lunes era el ultimátum. Y como no llegó, el club le aplicará una multa de 2.000 euros por cada día de ausencia.

No son ninguna novedad las faltas de disciplina del atacante. En la temporada 2012-2013, cuando jugó cedido en Las Palmas, se cansó de llegar tarde a los entrenamientos. Más de 10 multas de 500 euros en el cuadro canario. En su regreso al Espanyol, que le renovó el año pasado el contrato hasta 2017, todo parecía encaminarse en la vida de Thievy. Su ruido era en el césped. De hecho, se estrenó con dos goles en otros tantos partidos e ilusionó a toda la afición blanquiazul. Sin embargo, su fútbol se apagó y volvieron los problemas de conducta. Se hartó su entonces entrenador, Javier Aguirre, y también sus compañeros. “Yo ya paso de hablar con este chico. Es un niñato”, comentó en su momento uno de los pesos pesados del vestuario. En enero fue separado del grupo por el técnico mexicano y se marchó cedido al West Bromwich Albiol, de la Premier inglesa. Desde entonces, ya no ha regresado al Espanyol y el futuro de Thievy se vislumbra lejos de Barcelona.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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