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tráfico aéreo

Dos pilotos comunican la presencia de animales al aterrizar en Foronda

Un zorro paseaba junto a la pista y un corzo se alimentaba en otra zona

Pedro Gorospe

A falta de aviones, en el aeropuerto de Vitoria-Foronda conviven los animales. Dos pilotos que procedían a aterrizar en la pista 04 del aeropuerto de Foronda, comunicaron a la torre, un tanto alarmados, hace dos semanas, la presencia de animales, de considerables proporciones, en varias zonas del aeródromo.

La avioneta que estaba efectuando un vuelo de instrucción, comunicó, inicialmente en el momento del aterrizaje el avistamiento de un zorro que paseaba fuera de la zona asfaltada de la pista pero muy próxima a ella, y a lo largo de la misma, en la misma dirección de avance de la aeronave.

Aunque el animal no hizo amago de cruzar, los pilotos tomaron más precauciones de lo debido para evitar cruzarse con el animal en caso de que debido al ruido del motor o por la silueta de la aeronave pudiera asustarse y meterse en la pista.

Poco después avistaron lo que parecía un corzo en otra zona del aeropuerto en la que hay algo más de maleza. La comunicación se produjo a partir de las 20,30 horas, poco antes del ocaso, hora a partir de la cual el aeropuerto de Vitoria empieza a ser operativo y en la que al parecer los animales se cuelan en las instalaciones del campo de vuelo a través de algún agujero de la alambrada que bordea los terrenos de Foronda.

La zona de seguridad del aeropuerto está protegida por catorce kilómetros de valla metálica que a partir de ahora van a empezar a ser controlados para verificar por donde se pueden colar los animales.

El problema es que con el ocaso también comienzan a llegar los vuelos de carga a las instalaciones alavesas. Una vez alertada la torre de control de la presencia de animales de ciertas dimensiones, una brigada de trabajadores se dirigió con vehículos y material para cazarlos a las zonas en las que habían sido avistados, sin que lograran su objetivo.

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Los animales desaparecieron sin dejar rastro. El asunto fue tratado al más alto nivel por la dirección del aeropuerto al constituir un elemento de inseguridad para la operación de las aeronaves.

Con el aeropuerto cerrado entre las 8,30 horas de la mañana y las 20,30 de la tarde, debido a que ni Aena ni Aesa se ponen de acuerdo en cómo desarrollar el Real Decreto —que permite darle diferentes usos al aeródromo, y por lo tanto abrir con menores medidas de seguridad en otras franjas horarias— da la impresión de que el deterioro de las instalaciones va en aumento. Al menos así lo interpreta el presidente del comité de empresa Alex Bastida: “Está claro que hay un deterioro progresivo, en la central eléctrica, por ejemplo, se están empezando a subcontratar trabajos de mantenimiento, con lo importante que es la central en el horario de operación del aeropuerto, es decir, de noche”, cita el empleado.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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