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Las librerías de la Rambla podrán tener cafeterías para atraer clientes

La medida quiere fomentar la apertura de espacios culturales en la avenida

Campaña promocional del próximo mundial de baloncesto, que se celebrará en España, ayer en la Rambla.
Campaña promocional del próximo mundial de baloncesto, que se celebrará en España, ayer en la Rambla.CARLES RIBAS

El Ayuntamiento de Barcelona quiere que la Rambla deje de ser una calle para turistas y confía en que los barceloneses la puedan reconquistar. Con este objetivo —que llega demasiado tarde para algunos vecinos— limitará la apertura de los locales que atraen al turismo —como hoteles y restaurantes— y potenciará los que, en teoría, atraen a los ciudadanos, como las librerías, las tiendas de música o las galerías de arte.

Para fomentar su apertura, permitirá que estos negocios instalen cafeterías en su interior. Actualmente hay tres locales que podrán aprovechar el nuevo permiso como la Casa Beethoven, el Musical Emporium y la librería Freetime, pero el Ayuntamiento confía en que, gracias a la modificación de la normativa, empezarán a proliferar. La concejal de Ciutat Vella, Mercè Homs, aseguró ayer que no hay ningún riesgo de que la esencia de estos negocios acabe transformándose: “No saquemos las cosas de contexto. No acabarán vendiendo más bedidas que discos”, respondió a preguntas de los periodistas. Los locales que decidan introducir cafetería no podrán destinar al nuevo espacio más de 20 metros cuadrados. Además de la Rambla, también podrán acogerse a la nueva regulación los negocios culturales de la plaza Reial, la de Sant Josep y de la de la Boqueria.

“Hemos ido ordenando el espacio público y con esto terminamos de configurar la Rambla que queremos”, dijo Homs. Bajo el paraguas del Plan Corazón, la concejal de Ciutat Vella ha ido “ordenando” las actividades de la Rambla, como las estatuas humanas o los pintores. Todos estos cambios se toman con la participación de la histórica asociación Amigos de la Rambla, formada por hoteleros y comerciantes de esta calle. En muchas de estas decisiones, los vecinos se sienten dejados de banda: “La única participación que autoriza el Ayuntamiento es la de los Amigos de la Rambla”, lamentaba ayer Albert Sancho, miembro de la Asociación de Vecinos del Barri Gòtic. Sancho se enteró ayer de los cambios que quiere promover el Ayuntamiento.

La nueva ordenación cuenta con el apoyo del PSC y, tras ser aprobada ayer en comisión de Gobierno, se expondrá al público y se discutirá en el pleno de octubre.

El PP criticó ayer que “hay mucha improvisación” en esta propuesta, mientras que desde ICV-EUiA la consideraron “un parche que intenta maquillar los efectos de la sobreexplotación turística de Ciutat Vella”.

Los cambios realizados hasta el momento tampoco terminan de gustar a las estatuas humanas, que han sido trasladadas al final de la Rambla, a la altura de Santa Mònica. Su espacio estaba ayer ocupado por una inmensa pelota hinchable que quiere promocionar el Mundial de Baloncesto que se celebrará en España a finales de agosto. “Nosotros pagamos para estar donde nos asignaron y ni siquiera nos avisan cuando nos quitan el espacio”, lamentaba ayer Walter San Joaquín.

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