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Con los viejos amigos

Belle and Sebastian reúnen 4.000 fans en A Quintana

Belle and sebastian en Santiago.
Belle and sebastian en Santiago.ÓSCAR CORRAL

Para la mayoría de los 4.000 asistentes al concierto de Belle and Sebastian, la pasada noche en la plaza de A Quintana, ver en directo a los escoceses suponía saldar una especie de cuenta pendiente con los viejos tiempos. Como volver a ver a los compañeros de clase o reunirse con aquella pandilla de los veinte años, porque, a mediados de los 90, fueron las canciones de los de Glasgow la banda sonora de parte de una generación que se identificaba con letras, entre la inocencia y el desasosiego, como la de "Judy and The Dream of Horses", la chica que lee con linterna debajo de las sábanas.

Con esa canción llegaron ayer al término de una hora de concierto, después de un pequeño descanso ofrecieron dos bises y todos para casa. En el conjuro contra la nostalgia comparecieron "I'm a Cuckoo", "If you are feeling sinister" y "The boy with the arab strap", que sonaron a fiesta alegre y tranquilita, enriquecidas por la variedad de instrumentos que interpretaron las 13 personas que llegaron a coincidir encima del escenario. Mucho bailoteo suave, chicas del público en el palco, coros por lo bajo y aplausos sentidos a las alocuciones, algunas en un meritorio español. Entre unas cosas y otras, el recital se pasó volando y aún así algún fan devoto tuvo tiempo para echar de menos algún clásico del grupo que no sonó en la caja de piedra compostelana. La experiencia fue bonita, pero la expectativa preveía algo mucho más emocionante.

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