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La Rambla no abrirá más hoteles ni bares y restaurantes

Trias y Collboni pactan limitar las licencias comerciales en la calle más famosa de Barcelona

Un grupo de turistas en un balcón de la Rambla.
Un grupo de turistas en un balcón de la Rambla.CARMEN SECANELLA

En la Rambla viven 1.033 barceloneses y pueden llegar a tener como vecinos a 3.965 turistas. Esta es la cifra de camas que tienen los 40 hoteles que hay en la calle más famosa de Barcelona. Ante la amenaza de que la Rambla se acabe convirtiendo en “un parque temático para turistas”, el líder del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, ha pactado con el Gobierno municipal que ya no se dé ni una sola licencia más para abrir un hotel, un establecimiento de restauración (hay 97) o locales musicales, de los que ya se pueden contar hasta ocho.

El acuerdo, que es el primero al que llega Collboni con el alcalde Xavier Trias desde que lidera el PSC de Barcelona, también suspende las licencias para apartamentos turísticos, karaokes, locales de prostitución, de juegos de azar, tiendas de platos preparados o actividades zoológicas.

La figura que permite limitar las nuevas licencias es un Plan de Usos específico para la Rambla. Actualmente existe uno para el distrito de Ciutat Vella, que Trias pactó con el PP, aunque es mucho menos restrictivo. “Toda La Rambla podría haber sido un hotel. Incluso con la opción más restrictiva con el pacto entre PP i CiU, 51 edificaciones calificadas de nivel de protección B de interés local se podían haber convertido en establecimientos hoteleros, pasando de los 40 actuales a casi un centenar”, advirtió ayer Jaume Collboni. El pasado 11 de junio la Comisión de Gobierno suspendió de la noche a la mañana la entrega de licencias para establecimientos de pública concurrencia durante un año. Esta medida tan drástica daba tiempo al equipo de gobierno para intentar cerrar un acuerdo definitivo con el PSC o el PP, las dos únicas formaciones políticas que pueden dar a CiU la mayoría en el pleno municipal.

Collboni justificó ayer su decisión de llegar a un acuerdo con CiU, algo que va en contra de su estrategia de oposición drástica: “[El gobierno] viene a nuestras posiciones: no más hoteles, no más terrazas, no más tiendas de souvenirs y repensar en clave ciudadana, no en clave de turista, para que la Rambla sea un paseo de verdad.

El acuerdo entre las dos formaciones llega en medio de un debate abierto sobre la convivencia entre turistas y ciudadanos, ya que en algunas zonas como la Sagrada Familia o Ciutat Vella, los visitantes provocan algunos problemas a los vecinos: “Tenemos que ser capaces de ordenarlo, porque el turismo crea actividad económica y esto beneficia a todo el mundo”, dijo ayer el alcalde, Xavier Trias, en el acto inaugural de la reforma de la oficina de turismo que hay en el subterráneo de la plaza de Catalunya, por la que cada año pasan cerca de 440.000 turistas.

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