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Furor barroco en Peralada

El contratenor Xavier Sabata triunfa con un repertorio operístico de los legendarios ‘castrati’

Xavier Sabata en plena actuación en la iglesia del Carme de Peralada.
Xavier Sabata en plena actuación en la iglesia del Carme de Peralada. toni ferrer

Mientras una tormenta acompañada de rayos y truenos descargaba sus fuerzas la noche del viernes en Peralada (Girona), en el interior de la recoleta iglesia del Carme el contratenor catalán Xavier Sabata desataba las pasiones que agitan la ópera barroca. De hecho, no podía haber encontrado más adecuado telón de fondo sonoro para añadir teatralidad a un concierto en el que seguía los pasos de Orlando a través de una selección de arias de óperas de Handel y Vivaldi inspiradas en el poema épico que Ariosto escribió a principios del siglo XVI para plasmar la furia destructiva y la locura del caballero Orlando. Fuerzas del bien y del mal en combate, filtradas por el genio de dos gigantes de la ópera barroca cuyos personajes se adaptan como un guante a las cualidades vocales y la sensibilidad teatral de Sabata: triunfó plenamente en una velada lírica del Festival Castell de Peralada bajo el título Furioso o tras los pasos de Orlando,dirigida desde el clave de forma exquisita por Dani Espasa al frente del estupendo conjunto barroco Vespres d’Arnadí.

Xavier Sabata, que recrea el repertorio operístico de los más legendarios castrados con una voz de contratenor —contralto de ricos matices— lleva el teatro en la sangre y utiliza con eficacia armas de actor y cantante para retratar los sentimientos de los personajes que interpreta. Evidentemente, la escena es su elemento natural, pero incluso cuando se desenvuelve en concierto, sabe transmitir el carácter de los personajes a través de un cuidadoso trabajo con los recitativos y un sentido del canto atento al estilo y a la musicalidad por encima de la exhibición vocal.

Handel es su compositor fetiche —tras el éxito del disco Bad Guys ha grabado la ópera Tamerlano para el sello Naïve— y en sus personajes encuentra el vehículo ideal para transmitir al público la energía teatral que anima sus interpretaciones: los recitativos cobran relieve dramático como motores de la acción y en las arias da rienda suelta a la expresión de sentimientos. Así es Handel y así lo canta Sabata en perfecta complicidad con Dani Espasa, músico de fascinante versatilidad que lidera desde el clave Vespres d’Arnadí, una orquesta barroca catalana que en menos de una década se ha situado entre las mejores de España en este repertorio.

Con el exceso de humedad — temible enemigo natural de los instrumentos de cuerda— en el ambiente, los músicos rindieron a muy buen nivel y brillaron en páginas de máximo virtuosismo, como el Concierto para dos trompas RV 358, de Vivaldi, de cuyo catálogo operístico Sabata escogió una tempestuosa aria del Orlando Furioso. Handel reinó en el resto de la velada, en un itinerario lleno de contrastes a través de cinco arias de Orlando —en Già l’ebro mio ciglio, la delicadeza del canto y el inspirado acompañamiento de cuerdas y clave creó una atmósfera mágica—, y una de Ariodante, en las que alternó momentos de honda expresividad con episodios de fiereza vocal. El festín barroco acabó con el público en pie tras la única propina, la conmovedora Cara sposa de la ópera Rinaldo.

Sabata, que colabora con los mejores conjuntos y directores del mundo barroco, debutará el papel de Orlando el próximo 28 de noviembre en Friburgo, uno de los feudos de una carrera internacional que va viento en popa.

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