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Vall d'Hebron deriva al Sagrat Cor 475 intervenciones

Usuarios y empleados denuncian una “privatización encubierta”

Jessica Mouzo
Protesta contra los recortes en Vall d'Hebron este verano.
Protesta contra los recortes en Vall d'Hebron este verano. Albert Garcia

El hospital de Vall d'Hebron, uno de los ocho centros públicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS), ha derivado, desde principios de año, unas 575 intervenciones con tiempo límite de espera, al Hospital Sagrat Cor, de titularidad privada. Así lo reveló ayer la Coordinadora de entidades del SAP Muntanya —pertenenciente a la Plataforma por el derecho a la Salud (PDS) y formada por 12 asociaciones vecinales, sindicatos y usuarios de Vall d'Hebron—, a partir de unos documentos facilitados por la dirección del hospital.

Según la documentación, del total de 3.778 pacientes en lista de espera a finales de 2013 para ser intervenidos de alguna de las 14 operaciones monitorizadas —con tiempo de espera máximo de seis meses garantizado por ley— Vall d'Hebron derivó al Sagrat Cor el 12% de la lista de espera en artroscopias (20 pacientes), el 20% de las intervenciones de rodilla (unas 90), el 10,5% de las de juanetes (15 operaciones) y un total de 450 cataratas (que corresponden al 21% de la lista de espera de esta patología). “Desde principios de año se han derivado 475 intervenciones solo al Sagrat Cor. Estamos asistiendo a una privatización encubierta por la vía de los hechos”, denunció ayer Josep Martí, ex director asistencial del Vall d'Hebron y miembro de la Coordinadora del SAP Muntanya.

El hospital, por su parte, explicó que se trata de “una política que se lleva a cabo normalmente en las regiones sanitarias para aliviar la presión asistencial” de los centros con más flujo de pacientes, como es el caso del Vall d'Hebron, a otros con menos afluencia.

De hecho, el departamento de Salud ya admitió la semana pasada que, con la intención de reducir listas de espera y llegar a fin de año cumpliendo los plazos garantizados, los hospitales habían derivado, en la primera mitad del año, unas 6.200 intervenciones. “Habrá centros que lo podrán asumir y otros que se está negociando que los deriven a otros centros de la red pública. Quizás unos 10.000 pacientes deberán ir a otro centro que no es el suyo de referencia, pero que estará cerca", explicó el director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Josep María Padrosa.

Frente a las críticas de trabajadores, usuarios y colectivos sociales sobre la cesión de actividad a los centros privados, Salud insiste en que “solo se trabaja con centros de la red pública”. Sin embargo, de los 65 hospitales del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública de Cataluña (SISCAT), algunos, como el Sagrat Cor, son de titularidad privada. “Estos centros son privados. Una parte de lo que les paga el CatSalut va a parar a dividendos de los accionistas, por ejemplo. Si no, no serían entidades con afán de lucro”, razona Martí, y concluye: “Lo que más me preocupa es que este gobierno tiene prisa por dejar muy bien atado otro modelo sanitario”.

Pero no solo Vall d'Hebron denuncia las derivaciones sistemáticas a centros con ánimo de lucro. La Junta de Personal del Hospital de Bellvitge también manifestó haber perdido “unos mil pacientes de la lista de espera” entre junio y julio. “No puede ser que se deriven operaciones a otros centros cuando Bellvitge tiene capacidad para asumirlo. Que doten de recursos y presupuesto a este hospital público en vez de mandarlos a la privada”, denunció la delegada de Metges de Catalunya, Teresa Fuentelsaz.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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