Benicàssim dice adiós al FIB

Benicàssim ha despedido este lunes a los miles de fiberos llegados hace una semana para la celebración del 20º aniversario del Festival Internacional de Benicàssim (FIB). Con su marcha, el sector hostelero hace cuentas. Y este año tampoco salen. Varios responsables de bares y restaurantes del pueblo aseguran que la de este año ha sido la edición con peor repercusión económica. El descenso de público y unos asistentes más jóvenes que otros años ha derivado en el consumo de bajo coste: el de hacer acopio de víveres en los supermercados.

Juan Ignacio Santos, el responsable de una pizzería en el centro del pueblo, lo corrobora. "No solo ha sido más flojo en consumo, también se ha visto a menos gente por el casco urbano", dice. El trasiego por las calles ha disminuido con el despliegue en los últimos años de autobuses que recogen a los fiberos y les llevan a la puerta del festival.

La disminución progresiva de la edad es otro factor que lleva al ahorro máximo en el consumo. "Yo llevo 25 años trabajando aquí, antes era un público más mayor, pero desde que tomó las riendas Vince Power (el anterior director) hemos notado una caída progresiva de la edad", afirma. De la misma forma se pronuncian desde cervecerías y cafeterías del pueblo. "Ha sido un desastre, el peor año con diferencia", asegura un camarero.

No solo ha sido más flojo en consumo, también se ha visto a menos gente por el casco urbano Juan Ignacio Sánchez, hostelero

Para el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería (Ehosbe), Vicente Ortells, la alegría va por barrios. Según explica, hay otras zonas de Benicàssim que hacen un balance bastante más positivo. "En la zona de la Almadraba (más cercana a la playa) hay gente muy contenta porque la instalación del camping VIP les ha hecho incrementar las ventas en un 6%", sostiene. El pasado año, esta zona sufrió las consecuencias de la eliminación de la zona de acampada.

Otras zonas como la conocida como El Torreón y la del Eurosol, también junto a la playa, también hacen un balance positivo, según Ortells. No obstante, matiza que son los comercios de comida rápida y barata los que hacen caja.

La ocupación hotelera durante la celebración del FIB se ha situado en el 98%.