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La tercera vía se afianza entre los catalanes

El 38% prefiere un pacto con nuevas competencias antes que la secesión La figura del nuevo Rey se alza como la del mediador que los ciudadanos desean

Artur Mas y Mariano Rajoy se reunirán los próximos días para abordar la situación en Cataluña, con la consulta soberanista prevista para el 9 de noviembre en el horizonte. Ambos afrontan el encuentro con escasas expectativas, en contraste con el deseo de los catalanes que apuestan mayoritariamente por el acuerdo. Ante la falta de diálogo, el independentismo gana fuerza en Cataluña. No obstante, un pacto entre ambos gobiernos, que lograra el encaje de la comunidad con nuevas competencias, es la opción que seduce más a los ciudadanos, según el último sondeo de Metroscopia sobre Cataluña para EL PAÍS.

Si Rajoy ofreciera a Mas competencias blindadas en exclusiva para Cataluña, la llamada tercera vía, los catalanes optarían mayoritariamente por esa opción. La tercera vía es la salida a la crisis preferida por el 38% de los catalanes, frente al 31% que opta por la independencia, y el 19% que se queda con la situación actual. La fórmula de un nuevo encaje de Cataluña se afianza como primera opción para los ciudadanos, pese a que la secesión recorta distancias respecto a los últimos sondeos. La tercera vía es la opción preferida por los votantes de PSC, ICV y Podemos, y por una parte significativa de CiU (34%).

Para lograr un acuerdo, los ciudadanos esperan diálogo. Una demanda de la inmensa mayoría, que quiere que ambos Gobiernos entablen conversaciones para encontrar un encaje satisfactorio para Cataluña. La gestión de ambos presidentes es reprobada mayoritariamente. Rajoy decepciona incluso a un tercio de sus votantes.

El doble sí a la independencia obtendría el 45% de los votos

Ante el suspenso de los presidentes, la figura del Rey se alza como el mediador deseado por los catalanes para buscar un acuerdo. Felipe VI ha logrado revertir el poco entusiasmo que suscitaba Juan Carlos I en sus últimos meses de reinado. El Rey aprueba entre los catalanes, que valoran su conocimiento del idioma y consideran que es consciente de la situación generada en Cataluña por el proceso soberanista.

Otro de los elementos a considerar es el crecimiento del independentismo, opción que los catalanes ven plausible y exenta de dramatismo. Aunque los ciudadanos se consideran a sí mismos informados de las consecuencias, el 61% opina que, en general, los catalanes no las conocen a fondo.

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Las consecuencias de la secesión se minimizan cada vez más. Pese a las advertencias de las autoridades comunitarias, que insisten en que la independencia dejaría a la comunidad fuera de los tratados, la mayoría cree que Cataluña seguiría en la UE, con todos los beneficios que ello comporta: usando el euro, integrada en el Banco Central Europeo y dentro del espacio Schengen de libre circulación de personas. El porcentaje más ajustado se da entre los que creen que Cataluña dejaría de estar en la OTAN: un 38% opina que se mantendría en la Alianza Atlántica, frente al 35% que opina lo contrario.

El sondeo de Metroscopia, realizado a 1.000 personas y con un margen de error de 3,2 puntos, muestra que el proceso soberanista sigue beneficiando a Esquerra Republicana. CiU prosigue su hundimiento, acompañado de PSC y PP, cuya representación en Cataluña pasaría a ser prácticamente marginal. Su caída en barrena contrasta con la irrupción de Podemos, que confirmaría sus buenos resultados en las últimas elecciones europeas. La intención directa de voto muestra que ERC vencería en las generales con un 15,2% de los votos, seguida de cerca por Podemos (13,45%) y CiU (10,4%). Por detrás quedarían PSC y PP (8,7% y 6,6%) ICV (5,6%) y Ciutadans (3%).

ERC vencería en las autonómicas y Podemos irrumpiría como tercera fuerza

El mapa electoral variaría significativamente en unas elecciones catalanas, donde la victoria de los republicanos sería mucho más clara, y CiU adelantaría a Podemos. En unos comicios catalanes, Ciutadans sería cuarta fuerza, seguida del PSC e ICV. El PP sería la séptima en un Parlamento catalán muy fragmentado, en el que también se mantendría la Candidatura d’Unitat Popular (CUP).

Las elecciones autonómicas están previstas para 2016, pero los ciudadanos aceptarían un adelanto si fuera imposible convocar la consulta. Asumirían que las elecciones como son un mal menor, puesto que la opción preferida por la mayoría sigue siendo un referéndum legal y acordado. Esta posibilidad es la mejor para el 39%, que quiere que Mas mantenga la idea de convocar una consulta, pero que a la vez negocie para que sea aprobada por el Gobierno central. El 35% de los ciudadanos apoya que el presidente catalán y sus aliados sigan la vía unilateral y organicen la votación del 9 de noviembre, mientras que el 21% le pide abandonar la carrera soberanista.

Septiembre será un mes clave para definir el futuro del proceso soberanista. Al volver de vacaciones, el pleno del Parlament aprobará la ley de consultas, instrumento con el que la Generalitat pretende organizar el referéndum, y Mas convocará la consulta para el 9 de noviembre, con una doble pregunta: ¿quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente? El 45% de los encuestados está a favor de que Cataluña sea un Estado independiente, tres puntos más que en el sondeo de mayo. El 35% está en contra, y el 8% se quedaría con la opción intermedia del referéndum, a favor de que sea un Estado no independiente. Con estas cifras, Metroscopia calcula que la opción secesionista alcanzaría la mitad más uno de los votos con una participación alta, aproximadamente del 70%.

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