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El Claustro de la UB pide más tiempo para debatir la reestructuración

La universidad quería aprobar la reducción a la mitad de su estructura en otoño

Hoy el claustro de la Universitat de Barcelona
Hoy el claustro de la Universitat de Barcelona Marco Ambrosini

Trabajadores y estudiantes de la Universidad de Barcelona (UB) han reclamado al equipo de gobierno más tiempo para debatir la reforma que proyecta el campus y que prevé, como medida más llamativa, la reducción a la mitad de facultad y departamentos. La reestructuración de la UB, presentada el 20 de junio, ha sido debatida este lunes en un claustro extraordinario convocado por un colectivo de profesores y estudiantes. “No pedimos que no se haga la reforma, sino más tiempo para debatirla. La reestructuración no se puede acordar de aquí a octubre”, ha resumido José Antonio Díez, profesor de Filosofía y portavoz de los impulsores de esta reunión del máximo órgano universitario.

La resolución ha contado con el apoyo mayoritario del claustro (135 votos a favor, 26 en blanco y ninguno en contra), pero no ha estado exento de polémica e interpretaciones. El sector más crítico con la reforma pedía que se pudieran presentar alegaciones hasta finales de diciembre y el equipo de gobierno de la universidad ha decidido apoyar la propuesta dejando a entender que su calendario –que cierra el periodo de alegaciones el 11 de octubre) encaja en esta propuesta. “Hemos recogido el espíritu de la propuesta. Hemos escuchado y ahora queremos que se nos escuche a nosotros”, ha defendido el rector Dídac Ramírez. Pero José Antonio Díez, ha expresado sus sospechas a que el rectorado finalmente no modifique el calendario. “Eso sería un fraude de interpretación y una falta de respeto al Claustro”. Para despejar cualquier duda sobre ello, ha anunciado una resolución en el próximo claustro del 22 de julio donde se concrete las fechas.

Durante la sesión han intervenido una quincena de claustrales. Más o menos críticos con la reforma, todos han coincidido que una reforma de tanto calado debe hacerse de forma pausada y consensuada. Jordi Guillaumes, en representación del personal administrativo, ha expresado su “desconfianza” hacia el rector por haber presentado públicamente la propuesta de reforma sin haberla consultado antes con el resto de la comunidad educativa. “Estamos hablando de cambiar toda la UB y ¿el rector no cree necesario hablarlo con el claustro?”, ha espetado.

Varias críticas han llegado de la facultad de Biología, una de las que ha expresado, junto a 30 departamentos, su rechazo a la reforma. El proyecto prevé fusionar las facultades de Biología y Geología, pero sus docentes consideran que hay más afinidad con otras áreas. También hay voces en la facultad Filología que no comparten la unión con Filosofía. “¿Y por qué no con Historia?” ha cuestionado la profesora Montserrat Camps.

El autor de la reforma, David Vallespín, ha defendido de que actualmente se trabaja sobre un primer borrador, “una propuesta no cerrada” y abierta a modificaciones. También ha asegurado que se tendrán en cuenta las alegaciones presentadas.

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