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“El temporal ha sido un desastre”

La última tormenta de granizo ha afectado a 3.500 hectáreas de frutales de cuatro comarcas

Los payeses de Lleida tienen la moral por los suelos. La última tormenta con pedrisco que descargó con gran fuerza el miércoles por la tarde ha destrozado un porcentaje muy elevado de fruta en 3.500 hectáreas de una quincena de municipios de las comarcas de Les Garrigues, Pla d'Urgell, Noguera y Segrià, según los primeros cálculos realizados por técnicos del Departamento de Agricultura de la Generalitat.

"Ha sido un desastre. No había visto nunca algo así", ha declarado un agricultor de Sunyer, uno de los municipios más damnificados y donde en algunos momentos la piedra cayó en seco, que es cuando más daño causa tanto en la fruta como en los árboles. Con la misma intensidad también cayó en otras localidades como La Sentiu de Sió, Les Borges Blanques, Torres de Segre, Seròs y Sudanell, donde afectó al 100 % de la fruta que estaba a punto de recogerse, especialmente las variedades de hueso como nectarina, paraguayo, albaricoque y melocotón temprano.

El del miércoles fue el décimo episodio de pedrisco que afecta al campo leridano este año, cuando la campaña de recolección de la fruta no ha hecho más que empezar. Pero lo peor de todo es que los agricultores no pueden respirar tranquilos porque temen las consecuencias de futuras tormentas.

El consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, ha solicitado hoy a las aseguradoras un rápido peritaje de los daños para poder retirar los frutos estropeados y evitar así posibles plagas en los árboles. Pelegrí ha insistido en reclamar a los agricultores la necesidad de instalar redes antigranizo, ya que es uno de los métodos más eficaces.

Los últimos estudios realizados señalan que este sistema, considerado muy caro por los agricultores, tiene una eficacia de entre el 95 y el 97 % y, además, crea un microclima en las plantaciones que mejora la producción. Precisamente la semana pasada Agricultura presentó un Observatorio de redes antigranizo que permitirá analizar las diferentes tipologías y los cultivos que las necesitan para aumentar su eficacia.

Las diez tormentas acompañadas de granizo que han castigado desde el pasado mes de mayo los campos de Lleida mermarán la cosecha, que se preveía muy buena, pero también afectará a la contratación de temporeros porque no hará falta tanta mano de obra.

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El coordinador del sindicato Unió de Pagesos (UP) en Lleida, Josep Maria Companys, ha explicado que la última tormenta es la que más daño ha provocado porque ya se estaban recolectando algunas variedades de fruta. Companys ha asegurado que algunas centrales de fruta han quedado paralizadas hoy por falta de género.

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