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El turismo anima las rebajas

Barcelona estrena mañana las ofertas de verano

Dani Cordero

Las últimas rebajas de invierno terminaron tan mal como las anteriores: la facturación llegó a caer cerca de un 10%. Mañana martes empiezan otras que pintan mejor. Al menos así lo creen los comerciantes. Sobre todo, porque las ventas han dejado de caer y se atisba cierta recuperación (la venta de ropa y calzado acumula un crecimiento del 5,7% hasta mayo), pero también porque por primera vez una gran parte de las tiendas de Barcelona —y de grandes almacenes como El Corte Inglés— iniciarán una campaña de promociones con permiso para abrir todos los domingos.

Las nuevas aperturas dominicales no mejorarán el gasto de los catalanes, cuyo poder adquisitivo sigue siendo limitado pese a la mejora de la confianza, pero sí permitirán impulsar el gasto de los turistas que pasan por la capital catalana. Solo en julio y agosto del año pasado pernoctaron en Barcelona 3,8 millones de turistas. Hoteleros y comerciantes del centro de la ciudad aseguran que una parte de ellos preguntaban impotentes dónde poder ir de compras por la capital catalana los domingos. La única opción legal era la que ofrecía el centro comercial Maremàgnum, si bien es cierto que en el último año muchas tiendas de moda del distrito de Ciutat Vella habían optado por saltarse la normativa autonómica y abrir los festivos. El acuerdo sellado por CiU y PP en el pleno del viernes finiquita ese limbo y permitirá abrir todos los domingos entre el 1 de julio y el 15 de septiembre entre las 10 y las 18 horas.

“En principio todo va bien y la apertura en domingo puede facilitar las compras a turistas y a ciudadanos de aquí”, señala el secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña (CCC), Miquel Àngel Fraile, quien prevé que las ventas sean “ligeramente superiores a las del año pasado”. Inicialmente la patronal se había negado a flexibilizar las aperturas en domingo.

Vicenç Gasca, presidente de la Fundació BCN Comercio, que aglutina los ejes comerciales de Barcelona, cree que este año es una “incógnita” cuál puede ser el impacto de la medida, pero que será beneficiosa una vez que esté consolidada. “Puede ser un reclamo para que la gente aproveche para venir de compras a la ciudad”, argumenta Gasca, quien recuerda que “julio y agosto son meses de máxima afluencia y de menor demanda de consumo interno”. Para aguantar el tirón de las rebajas en el plano internacional, Turismo de Barcelona ha creado una iniciativa denominada Barcelona Shopping Festival, basada en un autobús turístico que el próximo 1 de julio, coincidiendo con el inicio de la campaña, recorrerá diferentes puntos comerciales.

“Hay un potencial turístico y la gente reclama que se puedan abrir las tiendas en domingo”, afirma Gabriel Jené, presidente de la Barcelona Shopping Line, que une a los ejes comerciales del centro de la ciudad. En su opinión, no obstante, los meses de verano no son los que pueden generar más valor a los comercios de la ciudad gracias a los turistas, sino en los meses de primavera y otoño, cuando se concentran los visitantes extranjeros que pisan Barcelona porque asisten a algún congreso o tienen reuniones de negocio. “En julio y agosto las ventas no se concentran en fin de semana”, dice Jené, de La Malloquina, cuyos establecimientos abrirán a partir de las once todos los domingos.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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