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Mas reclama al Rey que medie con Cataluña más allá de la Constitución

El presidente catalán ha descartado que vaya a reunirse con Felipe VI esta próxima semana

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha pronunciado este domingo abiertamente sobre el papel de árbitro que puede desempeñar Felipe VI para desbloquear la situación política de Cataluña y le reclamó que actúe “con imaginación, escuchando a la gente y sabiendo que las cosas no son como hace 40 años, y no solo invocando la Constitución”. El líder nacionalista ha recordado en una entrevista en Catalunya Ràdio que, aunque el Monarca no tiene poder ejecutivo, la Constitución sí le permite actuar de moderador de las instituciones del Estado y que habrá que esperar a ver si querrá ejercer ese papel.

“Nosotros no le podemos obligar a hacerlo. Que lo hace, bien. Que no, peor”, ha asegurado el presidente catalán, para quien la cuestión fundamental es que los partidos soberanistas (CiU, Esquerra, ICV y la CUP) mantienen su hoja de ruta para celebrar la consulta secesionista del 9 de noviembre con la doble pregunta que pactaron hace ya seis meses.

Mas ha adelantado que no tiene previsto reunirse con el Rey durante la visita que éste realizará a Girona el próximo jueves, programada desde hace meses y en la que don Felipe entregará unos premios anuales a jóvenes empresarios. “Este tipo de encuentros, que en algún momento se tienen que hacer desde el punto de vista institucional, como ya me ocurrió con Juan Carlos I, no se hacen con motivo de un acto de estas características, ante centenares de personas”, ha aclarado Mas.

Durante la entrevista, el presidente catalán ha explicado que, en su opinión, “la cuestión fundamental es que el Rey es el jefe del Estado y que la mayoría de la población de Cataluña ha de dejado de confiar en ese Estado”. Pese a ello, ha mostrado su respeto y confianza hacia el Monarca: “Acaba de llegar, no digo que la culpa sea suya”. Y se ha dicho partidario de darle “una oportunidad, dos, tres, las que hagan falta, pero no confiemos ciegamente en que por un cambio de rey se abrirán las puertas del paraíso. No seamos ingenuos”.

En otro momento, Mas ha afirmado que no se considera una persona desconfiada, aunque ha puntualizado que “no hay que ser bobos”, porque, a su entender, Cataluña ha intentado desde hace más de un siglo un entendimiento con España y nunca ha prosperado. "Nos hemos dado muchas veces contra esa pared, que es muy dura", ha dicho el presidente de la Generalitat, que ha recordado los intentos que supusieron los Estatutos de autonomía aprobados en 1931, 1979 y en 2006, que, según rememoró, acabaron finalmente recortados.

El líder de CiU calificó de “elemento de radicalidad democrática” el pacto soberanista en Cataluña y sostuvo que podría servir de regeneracionismo para toda España. Se ha mostrado muy escéptico sobre la posibilidad de que Mariano Rajoy mueva ficha para desbloquear la situación y aseveró: “El gesto que esperamos de verdad es que nos dejen votar. No confiamos plenamente en otros gestos que quedan en palabras”.

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Con todo, se mostró dispuesto a que en la consulta del próximo 9 de noviembre se pueda elegir entre varias papeletas si se da una premisa que hoy considera impensable: “Es impensable, pero si el Estado despertara y de aquí a entonces hiciera una propuesta a Cataluña aparte de decir siempre que no, eso cambiaría el panorama”.

En ese escenario, prosiguió, los partidos soberanistas deberían sentarse y definir una nueva estrategia, pero sin renunciar a que la ciudadanía se pronuncie sobre la secesión. “Si el Estado hiciera una oferta se votarían las cosas. Esto es lo que siempre he defendido”, declaró. En ese nuevo escenario, añadió, la consulta no debería aplazarse ni tampoco modificar la doble pregunta pactada.

Mas también contestó al presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien el pasado sábado se mostró dispuesto a entrar en el Ejecutivo catalán, aunque precisó que los republicanos no habían recibido una oferta concreta de los nacionalistas. El líder de CiU recordó que fue Esquerra la que rechazó su ofrecimiento de un gobierno de coalición tras las elecciones autonómicas de noviembre de 2012.

“Se les insistió mucho y nos dijeron que no querían estar, pero a lo mejor con el paso del tiempo han cambiado y aquel no rotundo ya no es tan no”, adujo Mas. A renglón seguido dejó entrever que la entrada de ERC en su Ejecutivo podría materializarse tras las vacaciones. “Ahora estamos en otro punto. Si hay que hacerlo, se hará con la vista puesta en el otoño para fortalecer las instituciones catalanas".

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