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“Tenemos razones para gritar”

Esta ha sido una de las semanas más intensas de Juan Carlos Moragues (Gandia, 1969) El enfrentamiento a cara de perro entre el Consell y el Gobierno sigue abierto

Juan Carlos Moragues, durante la entrevista
Juan Carlos Moragues, durante la entrevistaMÒNICA TORRES

Esta ha sido una de las semanas más intensas de Juan Carlos Moragues (Gandia, 1969) como consejero de Hacienda. El pasado martes anunció en público que, sin ingresos adicionales, no cumplirá el objetivo de déficit del 1%, fijado por el Ministerio de Hacienda en 2014, y aseguró que no realizará nuevos recortes. El órdago fue respondido de inmediato —en la misma sala donde ofrecía la conferencia— por su presentador, Antonio Beteta, número dos del Ministerio de Hacienda. Beteta sentenció que el Gobierno exige nuevos recortes. El enfrentamiento a cara de perro entre el Consell, que pese a los recortes acumula una deuda de 33.864 millones de euros, y el Gobierno sigue abierto y, previsiblemente, el jueves se reproducirá en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Pregunta. ¿Por qué invitó al secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, a presentar su conferencia?

Respuesta. Yo invite al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero al final envió al secretario de Estado. Si me hubiese presentado alguien de Valencia, me podrían haber dicho que aquí nos ponemos reivindicativos y que en Madrid agachamos la cabeza. Mi conferencia tuvo más empaque teniendo delante al secretario de Estado, o el ministro si hubiese estado, y a varios consejeros de otras comunidades autónomas. Ante todos ellos, dije una cosa obvia, que el sistema de financiación discrimina a la Comunidad Valenciana, que hemos tocado hueso en sanidad, educación y bienestar social y que con la situación actual, sin ingresos extraordinarios, bien del sistema de financiación bien de un fondo de nivelación, es imposible cumplir con el objetivo de déficit. Nosotros nos debemos a la sociedad valenciana. Por eso mi interés en que viniese un alto cargo de Madrid.

P. ¿Qué cuesta mantener los servicios esenciales?

R. El presupuesto de la Generalitat es de 17.000 millones de euros. Si quitamos el gasto financiero, casi nueve de cada diez euros, el 86,6%, lo dedicamos a sanidad, educación y bienestar social. El 13,5% restante va a consejerías, que tienen entre 200 y 300 millones de presupuesto.

P. ¿Y en cifras absolutas?

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R. Las tres partidas suman 10.088 millones de euros. Al día invertimos en sanidad 15 millones, en educación 10 millones y en bienestar social, dos.

P. ¿Qué parte de ese gasto se cubre con las transferencias del Estado?

R. El Estado nos transfiere 8.200 millones de euros y sanidad, educación y bienestar social cuestan 10.000. Es decir, con lo que nos da el Estado no cubrimos ni el gasto en sanidad y educación, que son 9.200 millones. Solo cubrimos el 89% del presupuesto. La media del sistema está en el 107% y hay autonomías que llegan al 129%. Solo hay tres territorios que no cubren sanidad y educación con lo que da el Estado: Comunidad Valenciana (89%), Murcia (92%) y Canarias (92%), aunque esta tiene un régimen fiscal especial. Somos la comunidad autónoma que menos porcentaje cubre.

Mandar a los hombres de negro sería una injusticia y un error político y financiero que demostraría que no se entiende la realidad de la Comunidad Valenciana. Nuestro déficit viene de los ingresos y sería un error garrafal adoptar esa medida. Si vienen los hombres de negro, no tendría sentido que yo me quedase.

P. ¿La diferencia se deja a deber o se detrae de otras partidas?

R. Hemos ahorrado en el resto de partidas. Nuestra función no es realizar eventos, es atender a las personas y sus necesidades básicas, que son sanidad, educación y bienestar social. Eso es intocable.

P. ¿La política de despachos ha fracasado y hay que pasar a la pancarta?

R. Son términos de oportunidad política. Todos los expertos aseguran que tenemos razones para poner el grito en el cielo. En 2013 llevamos informes a carretillas de todos los expertos. Luego hicimos un informe comparativo entre comunidades autónomas de prestación de servicios y demostramos que somos eficientes. Reestructuramos el sector público con un ahorro de 1.400 millones entre 2011 y 2014 y fuimos la autonomía que más redujo el déficit. Un total de 1.579 millones de euros, que es casi la mitad (46%) de la reducción del déficit de todas las autonomías y 1,5 décimas del déficit del Estado. Hemos hecho los deberes y ha quedado demostrado. Ahora es el momento de tener voluntad política y afrontar este problema. Y eso le pedimos a Madrid. No pasamos de los despachos a la pancarta, entendemos que ahora es el momento de abordar esta cuestión.

P. Beteta ha dicho que el Consell tiene margen para recortar y así lo van a exigir. Si Montoro manda a sus hombres de negro ¿usted qué hará?

R. Beteta dice que hay posibilidad de hacer más ajustes pero nosotros tenemos una premisa muy clara: no somos menos que los ciudadanos de otros territorios. Desde que soy consejero se nos puede aplicar la ley de Estabilidad presupuestaria. Cuando fui nombrado ya habíamos incumplido el objetivo de déficit de 2011, e incumplimos los de 2012 y 2013. La espada de Damocles —de las medidas coercitivas— siempre la he tenido encima.

P. Y si finalmente la amenaza se materializa ¿qué hará?

R. Mandar a los hombres de negro sería una injusticia y un error político y financiero que demostraría que no se entiende la realidad de la Comunidad Valenciana. Nuestro déficit viene de los ingresos y sería un error garrafal adoptar esa medida. Si vienen los hombres de negro, no tendría sentido que yo me quedase.

Juan Carlos Moragues, en la sede de la Consejería de Hacienda.
Juan Carlos Moragues, en la sede de la Consejería de Hacienda. MÒNICA TORRES

P. Pese a los recortes, ¿la cartera de servicios de la Generalitat es homologable a la del resto de territorios o está por debajo?

R. Es homologable. Hemos mantenido la cartera de servicios en índices de calidad y satisfacción elevados por parte de la ciudadanía y no queremos que se merme el nivel asistencial. No vamos a transigir.

P. ¿Cuál es el grado de autogobierno que le queda al Consell y a su departamento?

R. Tenemos un autogobierno absoluto. Estar en el plan de pago a proveedores y en el fondo de liquidez autonómico (FLA) te obliga a realizar un desnudo integral de cuentas. Y a efectos de tesorería tenemos un control intenso, pero una cosa es suministrar información y otra la pérdida de autogobierno. Tenemos total libertad en la toma de decisiones que afectan al presupuesto y a la acción política del Consell. A fecha de hoy, el Gobierno no ha aplicado ninguna de las medidas coercitivas y hay que poner en valor lo que ha hecho por la Comunidad Valenciana. El año pasado tuvimos la batalla del déficit asimétrico y la Comunidad Valenciana fue la que más margen obtuvo. También hemos pedido mecanismos extraordinarios para limpiar la deuda comercial y transformarla en financiera y la semana pasada se repartió un FLA extraordinario y la Comunidad Valenciana fue a quien más se le asignó. Hay que reconocer los gestos del Gobierno.

P. Cuando Beteta dice que hay margen para recortar ¿dónde se supone que está?

R. Reducir puedes reducir de donde quieras, pero la voluntad es no tocar sanidad, educación y bienestar social. Los recortes que sugiere el Gobierno forman parte de los servicios públicos fundamentales, como las becas de comedor y transporte escolar, las universidades, una parte de personal, ajustes en la estructura hospitalaria y en residencias y colegios. Aunque no cuantifican ninguna cifra concreta. Los ciudadanos no tienen por qué sufrir un sistema de financiación injusto.

El Estado nos transfiere 8.200 millones de euros y sanidad, educación y bienestar social cuestan 10.000. Es decir, con lo que nos da el Estado no cubrimos ni el gasto en sanidad y educación, que son 9.200 millones.

P. Ustedes han tomado decisiones complicadas. Son el único Gobierno autonómico que ha cerrado su televisión pública. Y da no parece que el Gobierno valore su arrojo ¿Se arrepiente?

R. Madrid ha reconocido el esfuerzo en la reestructuración del sector público y en la reducción del déficit y eso lo han alabado el ministro de Hacienda y el secretario de Estado. Y luego han estado los gestos del déficit asimétrico y del reparto adicional del FLA.

P. Sí, pero los gestos son préstamos que hay que devolver y que, a la larga, implican mayor sufrimiento y menor autonomía.

R. Las fases uno y dos, que eran el plan de pago a proveedores y el déficit asimétrico, se han cumplido y han sido buenas para la Comunidad Valenciana. Ahora falta la fase tres, que consiste en la revisión del modelo de financiación. Y si no entra en vigor el 1 de enero de 2014, con carácter retroactivo, que se habilite un instrumento de compensación. No podemos estar con un desequilibrio presupuestario estructural porque es una sangría. La situación se solventa temporalmente con instrumentos de liquidez extraordinarios, pero por mucho que baje el coste financiero, hay que solventar el déficit presupuestario estructural.

P. ¿Y la deuda acumulada?

R. Una vez conseguida la fase tres tendremos que ir a la fase cuatro, que es ver la carga financiera y la deuda de todas las comunidades autónomas, analizarla de manera comparativa y garantizar el principio de igualdad de oportunidades entre ellas.

P. ¿De verdad tiene alguna esperanza de que se apruebe un nuevo modelo de financiación aplicable a 1 de enero de 2014?

R. Tengo la esperanza de que si no entra en vigor, que se habilite un fondo de nivelación temporal porque nadie puede discutir la igualdad de acceso a los servicios básicos. Eso lo ha dicho el ministro y, para ser congruente con sus palabras, hay que corregir el sistema de financiación. Y, si no, enmendar el modelo hasta que entre en vigor el nuevo.

P. ¿Se conformaría con otro paquete de créditos para parchear la situación?

Beteta dice que hay posibilidad de hacer más ajustes pero nosotros tenemos una premisa muy clara: no somos menos que los ciudadanos de otros territorios.

R. Hablamos de un instrumento de compensación, no hablamos de créditos. ¿Conseguiremos la nivelación? No lo sé, pero vamos a dejarnos la piel.

P. ¿Y de dónde saldrá ese dinero adicional que reclama?

R. El Estado está recaudando más. Su previsión es aumentar la recaudación en 7.000 u 8.000 millones de euros este año. Y de hecho, la Comunidad Valenciana está colaborando muchísimo. En marzo fuimos la segunda autonomía donde más se recaudó en renta, IVA e impuestos especiales. Si el secretario de Estado dijo que el cambio del sistema de financiación o la nivelación estaban condicionados a una mayor recaudación, yo digo que ese aumento de la recaudación ya está produciéndose.

P. ¿Qué cantidad sería necesaria para cubrir el desfase entre las transferencias del Estado y el coste de sanidad, educación y servicios sociales? Con sus números, no harían falta 1.000 millones adicionales, sino 1.800.

R. De los 9.200 millones que gastamos en educación y sanidad hay que decir que 100 corresponden a cultura y deportes. El Estado nos da 8.200 millones y la sanidad y la educación, sin cultura y deportes, representan un gasto de 9.100.

P. Ahí no está el coste de los servicios sociales

R. Dentro de Bienestar Social no todas las competencias han sido transferidas [y por tanto no son financiadas por el Estado]. Se tiene que cubrir el gasto principal del presupuesto, sanidad y educación, en igualdad de condiciones y ahora hay un desfase de 900 millones de euros.

P. ¿Qué margen queda para aplicar políticas de estímulo? ¿Cómo va a bajar impuestos si necesita mayor recaudación?

R. La estabilidad presupuestaria no es el objetivo, es el medio para llegar a la recuperación económica y crear empleo. A nivel estatal se van a bajar los impuestos para que los trabajadores tengan más liquidez y consuman más. Y a nivel autonómico adoptamos políticas de deducción, a la rehabilitación y a las aportaciones a empresas e instituciones culturales, que tienen un beneficio inmediato. Nuestra predisposición es a bajar impuestos a corto plazo, con las deducciones fiscales, y a medio plazo, con la rebaja del tramo autonómico del IRPF. Eso son políticas activas.

P. ¿Y si el Gobierno ni reforma el sistema de financiación ni articula un fondo de nivelación?

R. Si no hay un gesto la situación tendría su reflejo en las próximas citas electorales.

P. Quiere decir que darían por perdida la Generalitat y buena parte de los ayuntamientos

R. No, quiero decir que estoy convencido de que la ausencia de un gesto por parte del Gobierno tendría un reflejo negativo en las próximas convocatorias electorales. El actual Gobierno de España está sustentado por 1,4 millones de votos procedentes de la Comunidad Valenciana.

Critica al modelo aprobado por Zapatero 

P. ¿Han hecho autocrítica de los magros resultados obtenidos pese a tener el respaldo absoluto de la sociedad valenciana?

R. Este es un tema de toda la sociedad valenciana. Cuando gobernó Zapatero nunca se actualizó la variable de población y lo criticamos desde la Generalitat. La reforma del 2009 no resolvió el problema. Si el modelo actual, que aprobó Zapatero, nos pone a la cola de financiación per cápita y lo criticamos, sería una incoherencia no seguir reclamando porque en el Gobierno esté el PP. Por encima de las siglas está la sociedad valenciana.

P. ¿Y no tendrían que haberlo hecho antes?

R. Una vez que hemos hecho todos los deberes, estamos más legitimados.

P. Y tras la bronca con Beteta ¿cuál es el siguiente paso?

R. Volver a la carga, insistir ante el Ministerio de Hacienda para financie por igual los servicios básicos a los ciudadanos. Vamos a morir con las botas puestas.

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