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Un robo que acaba en una muerte

Una mujer muere al sufrir una herida con una ballesta de coche, de la que se habían deshecho unos ladrones al ser perseguidos por el dueño del negocio Trasladadas seis personas al cuartel de Arroyomolinos como posibles autoras del robo y del homicidio imprudente

F. Javier Barroso
Una grúa retira el Opel Astra en el que iba la mujer que ha fallecido.
Una grúa retira el Opel Astra en el que iba la mujer que ha fallecido.

Antonia Carrera Martínez, una mujer de 78 años, murió a mediodía de este jueves después de resultar herida con una ballesta de un automóvil que le impactó en una pierna, según informó un portavoz de Emergencias 112. Este recambio de automóvil lo arrojaron en su huida unos ladrones que entraron en una nave de El Álamo y que fueron sorprendidos por el dueño de la empresa. Los cacos, al ver la presencia del propietario, fueron arrojando la mercancía sustraída por la carretera.

Fuentes de la Guardia Civil informaron de que habían sido trasladadas al puesto principal de Arroyomolinos seis personas como los supuestos autores del robo y del homicidio por imprudencia, entre otros delitos, donde estaban siendo identificadas y pendientes de comprobar si son reconocidos por los testigos y a través de las huellas dactilares. Cuatro de ellos quedaron arrestados, según confirmó Comandancia de Madrid del instituto armado.

Otro de los vehículos dañados por las ballestas lanzadas por los ladrones.
Otro de los vehículos dañados por las ballestas lanzadas por los ladrones.

Los hechos se iniciaron alrededor de las dos de la tarde en una fábrica de ballestas (sistema de amortiguación de vehículos) situada en la avenida de la Vereda del Manzanares, en El Álamo. A esa hora, cinco hombres que iban a cara descubierta irrumpieron en la nave industrial. Aprovecharon que era festivo en la Comunidad de Madrid para meter toda la mercancía que pudieron en una furgoneta blanca. "Ha sido casualidad que yo me acercara a la fábrica. Tenía que recoger un material, cuando me he topado con ellos", reconoció David Pareja, el dueño de la empresa en declaraciones a EL PAÍS.

El propietario de la empresa, creada hace 14 años y dedicada a ballestas para camiones y vehículos ligeros, les bloqueó el paso con su propio vehículo, otra furgoneta. Los ladrones se montaron en la que estaban cargando y golpearon dos veces la de Pareja hasta que se abrieron un hueco. Instantes después, iniciaron la huida. "Creo que, por la cantidad de material y maquinaria que tenían cargada, les he pillado a medias del robo. Tenían media furgoneta cargada", destacó el dueño, que hasta el momento no había sufrido ninguna sustracción.

Los asaltantes emprendieron la fuga por la carretera M-404 hasta que entraron en la autovía de peaje R-5. Ahí siguieron lanzando el material sustraído. Varios usuarios de la vía llamaron al teléfono de emergencias 112, lo que permitió saber por dónde estaban huyendo.

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En un momento dado, una de las ballestas colisionó con un turismo Opel Astra que iba por la R-5. La fuerza del choque hizo que se rompiera la parte inferior del vehículo, de tal forma que el recambio entró al habitáculo, justo a la altura del copiloto, donde viajaba Antonia Carrera. La pieza le golpeó a la mujer en la corva de una pierna y le produjo una fuerte hemorragia, según Emergencias 112.

El marido paró el vehículo y llamó a los servicios de emergencia. Supuestamente, el hombre le arrancó la ballesta, que se le había quedado clavada, lo que provocó que perdiera una gran cantidad de sangre y que muriera al poco tiempo, antes de que llegara una UVI móvil del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa). Esto ocurrió a la altura del kilómetro 20 de la R-5, en el término municipal de Moraleja de Enmedio. Fuentes de la investigación han destacado que Antonia Carrera iba con su marido de la urbanización El Calipo, en Navalcarnero, al municipio de Leganés, donde residía.

Los ladrones abandonaron la furgoneta a los pocos kilómetros, a la altura del peaje de Arroyomolinos, y prosiguieron la huida campo a través. Al lugar se desplazó un helicóptero del instituto armado, agentes de Tráfico y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), además de Unidades de Seguridad Ciudadana para localizar a los autores. El dueño de la empresa robada les persiguió hasta cerca de Arroyomolinos, donde les perdió la pista.

La detención de los supuestos autores se produjo pasadas las ocho de la noche, gracias al fuerte dispositivo de búsqueda. También se les acusa de un delito de amenazas graves y contra la seguridad vial.

El Grupo de Investigación de Accidentes (GIA) del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Madrid se ha hecho cargo de las investigaciones. El delito de homicidio imprudente, del que podrán ser imputados los detenidos, está penado con una condena de uno a cuatro años de prisión. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en la Ciudad Universitaria, para practicarle la autopsia.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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