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El PSdeG investiga el inflado masivo y repentino de militantes en Santiago

Una candidata a las primarias acusa al “aparato” local de maniobrar contra ella

Sonia Vizoso
La concejala Mercedes Rosón, ayer en Santiago.
La concejala Mercedes Rosón, ayer en Santiago.OSCAR CORRAL

Las primarias impulsadas por el PSOE para elegir a sus candidatos a las elecciones municipales de 2015 han arrancado en Santiago con las navajas en alto. La inscripción masiva de casi 300 nuevos afiliados en una agrupación que de un mes para otro ha duplicado su militancia llevó ayer a la dirección gallega del partido a abrir “un proceso de información reservada” con el que pretende “esclarecer” tanto el inflado repentino del censo que podrá votar al cabeza de cartel electoral como la difusión de datos privados de las personas incorporadas a él.

Una de las dos candidatas a las primarias, la concejala Mercedes Rosón, acusa al “aparato” local de los socialistas, encabezado por el exalcalde y diputado autonómico Xosé Sánchez Bugallo, de inflar la afiliación de forma irregular para evitar su victoria, favorecer a su rival —el actual portavoz municipal, Francisco Reyes—, y mantener la agrupación bajo su control. Bugallo replica que como secretario local su papel es “absolutamente neutral” y atribuye a los dos candidatos la afiliación apresurada de simpatizantes dispuestos a votarles.

Rosón dice sentirse “desamparada y atacada por el aparato del partido” en Santiago, por unos “pocos” que pretenden “frenar cualquier posibilidad de cambio”. Admite que desde el otoño pasado ella ha promovido la afiliación de unas 50 conocidos, entre ellos seis miembros de su familia, pero sostiene que fue un reclutamiento de apoyos “paulatino y constante” y que todos sus fichajes se inscribieron en el PSOE con su dirección habitual de residencia. Según La Voz de Galicia, muchos de los nuevos militantes que han sacado el carné del PSdeG de Santiago para votar en las primarias comparten domilicio: nueve residen supuestamente en un chalé adosado y otros cinco comparten un apartamento.

El origen del choque que pone en cuestión la limpieza de las primarias socialistas en Santiago se remonta al pasado otoño, cuando el PSOE decidió excluir de estas votaciones a los simpatizantes y limitarlas a la militancia. Rosón, la aspirante a cabeza de cartel que aboga por un cambio de caras en la dirección compostelana del PSdeG, consideró entonces que debía convencer a personas de su entorno que simpatizasen con esta fuerza para que se inscribieran como militantes. La entrada de buena parte de ellos llegó el pasado 10 de abril a la ejecutiva local, un órgano en el que tiene silla el rival de Rosón, Francisco Reyes.

La afiliación de los seguidores de Rosón fue aprobada en aquel comité pero Reyes tomó nota de los movimientos de su oponente. Receloso de este reclutamiento de afines fuera de las fronteras del partido, optó entonces por hacer lo propio y echó mano también de “amigos y familiares”, admite el secretario local. El 26 de mayo, apenas un mes y medio después, la dirección del PSOE en Santiago se encontró sobre la mesa con la solicitud de ingreso de 292 personas. Según explica Bugallo —“al ver aquello nos quedamos perplejos”—, los dirigentes locales las aceptaron pero decidieron cursar una petición al Comité de Censos de la dirección federal para que las afiliaciones aprobadas tanto ese día como el 10 de abril no den derecho a votar en las primarias. Bugallo defiende que su objetivo es “no alterar” la votación del próximo candidato socialista a la alcaldía de Santiago. Rosón, sin embargo, rechaza esta anulación masiva y reclama que se depure el censo de irregularidades porque, insiste, sus afiliaciones no son como las de Reyes.

“Yo no pongo ningún obstáculo para que se investiguen [las supuestas irregularidades], pero Mercedes tiene que entender que el mismo derecho que tiene ella para incorporar militantes lo tiene el resto”, alega Bugallo. El líder local del PSOE, que perdió el bastón de mando en 2011 y dejó la portavocía municipal socialista a Reyes en 2012 para ser diputado autonómico, duda de que sea irregular que varios afiliados compartan domicilio: “No he visto ningún artículo en los estatutos que limite el número de personas que pueden estar afiliadas por vivienda”.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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