_
_
_
_
_

El legado de Miguel Hernández que se fue y la casa natal cerrada

Más de 5.600 documentos del poeta son de Jaén y el museo oriolano sigue inaccesible al público

El legado del poeta Miguel Hernández marcó el camino del exilio de importantes fondos culturales vinculados al País Valenciano. Para el gobierno popular del Ayuntamiento de Elche que fue su depositario en sucesivos mandatos socialistas, no fue lo bastante importante que Miguel Hernández naciera en Orihuela y muriera en Alicante, donde reposan sus restos mortales, para retener más de 5.600 documentos relacionados con el escritor oriolano. Ninguna otra institución alicantina recogió el guante lanzado por la familia del escritor.

Un millar de manuscritos literarios, cerca de 2.000 cartas entre las que se incluye la correspondencia con autores coetáneos, fotografías, folletos y material de distinta índole se han quedado definitivamente en Jaén, tierra de Josefina Manresa, la mujer del poeta, donde la diputación provincial se mostró dispuesta a pagar los tres millones que pedía la familia por la propiedad de la documentación. Allí, aunque no lo consideró un gasto prioritario, el PP provincial acabó votando a favor del crédito necesario para formalizar la compra.

 La salida definitiva de los fondos del poeta de la tierra donde nació y murió no son la única muestra de desinterés. La Casa Natal del escritor en Orihuela continúa cerrada cuatro años después de su inauguración y a pesar de que su puesta en marcha fuera reclamada por todos los grupos parlamentarios de las Cortes Valencianas en julio de 2013, al apoyar una Proposición no de Ley que presentó Compromís. La puesta al día de este centro, que alberga 2.100 archivos, costó más de 500.000 euros hace cuatro años.

El Consell rechazó, asimismo, una enmienda de Compromís a los presupuestos de 2014 para incluir una partida destinada a su apertura. El último capítulo de esta historia, recuerda la diputada Mireia Mollà, es la reciente respuesta del Consell a una pregunta de su grupo. “Se están realizando las gestiones oportunas”, decía, “y en la medida que se llegue a un acuerdo de las partes implicadas en este proceso se procederá a la apertura” de las instalaciones. ¿Y si no se llega al acuerdo?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_