Puig anuncia una ley general antifraude para que pague más “quien más tiene”

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, se ha puesto a trabajar en lo que será, dijo, una de las primeras leyes que impulsará cuando gobiernen la Comunidad Valenciana. Será una ley encaminada a redistribuir el pago de impuestos y, sobre todo, a incentivar la cultura fiscal. Puig anunció ayer en Castellón lo que llamó “ley antifraude integral”, un texto que estará “a favor de la equidad y la justicia”. El documento está en proceso de estudio pero avanzó alguno de sus principales puntos.

Puig pretende aumentar la conciencia fiscal ciudadana y acabar con la cultura generalizada de eximir socialmente a quien evade impuestos. “Los ciudadanos deben saber que si alguien no paga a Hacienda se les está robando”, dijo. Citó para ello el caso del expresidente de la Diputación y del PP de Castellón, Carlos Fabra, condenado a cuatro años de prisión por otros tantos delitos fiscales. “No es posible que haya un político que no pague a Hacienda durante tanto tiempo y reiteradamente y que sea el más poderoso del territorio, no es tolerable que no se pague y se continúe ejerciendo”, afirmó.

Según el líder del PSPV valenciano, la ley que propone tendrá como pilar fundamental “reivindicar la cultura fiscal”. También tendrá un régimen de medidas disciplinarias para evitar penas exiguas y propondrá un aumento de recursos de la agencia valenciana tributaria porque, según avanzó, el partido quiere una agencia valenciana “consorciada” con una agencia federal de tributos. El objetivo final es que es que “todos paguen y paguen más aquellos que más tienen” porque, aseguró, acaban pagando solo las pymes y las personas sujetas a una nómina.

El secretario general del PSPV-PSOE realizó este anuncio en Castellón tras reunirse, junto al secretario provincial, Francesc Colomer, con representantes de la Plataforma en Defensa de la Ley de la Dependencia. Al término del encuentro, Puig avanzó que presentarán varias iniciativas en las Cortes para pedir la retirada del copago.

En el ámbito nacional, Puig quiso zanjar la polémica interna en el partido después de que las Juventudes Socialistas (junto con otras voces del PSOE) abogaran abiertamente por la celebración de un referéndum para elegir entre monarquía o república. El líder socialista no se movió del término medio propugnado días atrás cuando habló de la necesidad de abordar una reforma integral de la Constitución, pero defendió que el debate no está entre decidir o debatir ahora entre ambos sistemas.

“El debate está desenfocado”, dijo y afirmó que él trabajará para “convencer” a los jóvenes de que ése no es el debate y que hay que plantearlo de forma global: “No se trata de hacer un debate puntual, sino de una reforma global que se debe hacer desde la Constitución”. Puig defendió esta postura en pro de “la convivencia”. Por el contrario, respaldó la voz de las bases del PSOE y criticó duramente las manifestaciones realizadas por el expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando dijo que los jóvenes sabían tuitear pero no se les había enseñado a pensar. “Es intolerable, lo diga quien lo diga”.

Ximo Puig también se alineó ayer en contra de quienes están pidiendo libertad de voto en la ley de abdicación del Rey. Según dijo, habrá una reunión previa de grupo en la que se pueda opinar libremente y allí se fijará una posición que será la que, “como es normal, lógico y coherente”, se vote en el Congreso. “Los grupos políticos no toman las decisiones de carácter individual, sino colectivo”, apuntó. Para Puig, el voto a favor o no de la ley de abdicación “no es una cuestión de conciencia, sino de política”. Una afirmación que choca con las realizadas por otros diputados que sí han pedido libertad de voto.