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autodeterminación

La cadena humana concita el mayor respaldo político al derecho a decidir

La participación de dirigentes del PNV intensifica la recepción de adhesiones

Mikel Ormazabal
San Sebastián -
Organizadores de la cadena humana en San Sebastián.
Organizadores de la cadena humana en San Sebastián. JAVIER HERNÁNDEZ

Una marea humana se encadenará el próximo domingo entre Durango y Pamplona en la mayor demostración pública conocida hasta ahora a favor del derecho a decidir. La plataforma Gure Esku Dago (Está en nuestra mano) reconoce estar “desbordada” ante el aluvión de adhesiones que está recibiendo conforme se acerca el momento de unir los 123 kilómetros que separan ambas ciudades. Si el pasado domingo se habían apuntado 60.000 personas a la cadena humana, la cifra final podría alcanzar las 80.000 tras el apogeo de los últimos días, todo “un hito” y “un éxito sin precedentes”, en opinión de Angel Oiarbide, uno de los promotores.

La fiesta está asegurada, dicen los organizadores, conscientes del respaldo social y político que están obteniendo tras un año de trabajo. El pasado miércoles se vieron forzados a cerrar las inscripciones por Internet debido a que desde el domingo se estaban recibiendo “miles y miles” de solicitudes para comprar un metro de carretera. “La petición está siendo tal que estamos desbordados”, admiten. Gure Esku Dago tiene previsto ofrecer este viernes los datos definitivos de adhesiones y otros detalles de la cadena humana, organizada bajo el lema Somos una nación, tenemos derecho a decidir, es el momento de la ciudadanía.

El momento culminante llegará a las 12 horas del domingo, cuando sonará la sirena para estrechar las manos durante los siguientes 30 minutos. Cada participante ha abonado cinco euros por su tramo, lo que asegura ya una recaudación que superará con creces los 300.000 euros. A esta cifra se añaden las aportaciones recibidas, como los 100.000 euros que ha librado la Diputación de Gipuzkoa tras el pacto económico sellado meses atrás por Bildu y el PNV.

Guía práctica

La organización de la iniciativa Gure Esku Dago ha redactado una guía con recomendaciones y normas para los participantes. Los responsables recuerdan que para garantizar el éxito de la cadena humana “respetar estrictamente el horario” será una de las claves. Para ello, los asistentes deberán llegar a las 10 a los puntos del recorrido asignados, si bien el acto en sí comenzará a las 12. Entonces, sonará una sirena para que los participantes se unan con las manos. Deberán permanecer así media hora, hasta que el sonido de otra sirena les avise del fin de la cadena.

Dos helicópteros y 10 motos recorrerán la cadena humana filmando y tomando fotografías para la elaboración posterior de un documental, que se facilitará a cada uno de los participantes. La organización recomienda llevar agua o alguna bebida, una silla para las personas de edad avanzada, así como asegurarse de cargar el teléfono móvil y escribir el número de este a los hijos que vayan a acompañar a sus padres. Las mascotas deben ir atadas.

La iniciativa a favor del derecho a decidir, en la que siempre ha estado volcada la izquierda abertzale, ha conseguido atrapar finalmente a muchas otras formaciones políticas, salvo el PSE-EE y el PP, partidos contrarios a la autodeterminación. El PNV optó desde el comienzo por dar libertad a su militancia —muchos de sus votantes han contribuido a animar a la participación en los pueblos—, pero esta misma semana su presidente, Andoni Ortuzar, y el líder guipuzcoano Joseba Egibar anunciaron que iban a convertirse en un eslabón de la cadena, lo que ha avivado a las bases para sumarse también a la hilera independentista.

“Como pueblo tenemos derecho a decidir sobre nuestro futuro. La decisión nos corresponde. Es el tiempo de la ciudadanía”. Así concluye el manifiesto de Gure Esku Dago para organizar esta fiesta reivindicativa, al estilo de la via catalana del 11 de septiembre de 2013 con la misma finalidad. En Cataluña se consiguió ensamblar a 360.000 personas en los 480 kilómetros que distan Alcanar (Tarragona) de El Pertis (en la frontera con Francia).

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Al apoyo incondicional y militante de los partidos que forman EH Bildu y el visto bueno dado por el PNV, se han sumado esta misma semana otras formaciones como Podemos y Ezker Batua. No así, Ezker Anitza y Equo, que no tomarán parte.

Además de todos los dirigentes de la izquierda abertzale —Hasier Arraiz y Pello Urizar, entre otros muchos— y de los peneuvistas Ortuzar y Egibar, en la cadena humana tomará parte la socialista Gemma Zabaleta, exconsejera del Gobierno, quien recientemente se ha manifestado a favor de ejercer el derecho de autodeterminación. El PSE-EE no acudirá porque, según su secretario general, Patxi López, no es el momento de hacer cadenas humanas “unos contra otros, sino entre todos”. En su opinión, “lo único que hace la autodeterminación es dividir a los ciudadanos por razones identitarias, enfrentarnos a unos con otros, fracturar”.

Sí asistirán el alcalde donostiarra Juan Karlos Izagirre, los diputados de Amaiur Xabier Mikel Errekondo y Sabino Cuadra, los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, además de representantes del mundo cultural, como el premio Nacional de Narrativa en 2009 Kirmen Uribe o el bertsolari Amets Arzallus.

La afluencia de la marea humana movilizará al menos 900 autobuses, de los que 200 se han tenido que contratar fuera del País Vasco y Navarra, porque “aquí se han agotado”, aseguran los organizadores. Por ejemplo, los participantes de Bilbao y Vitoria se juntarán en Ataun, y los donostiarras, en Uharte-Arakil. A pie de carretera ayudarán 2.500 voluntarios. Se han preparado cinco puntos festivos en Pamplona, Etxarri, Lazkao, Bergara y Durango.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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