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energía nuclear

El PP vasco en bloque se suma al rechazo del Parlamento a reabrir Garoña

Euskadi pedirá amparo a la UE si el Gobierno central acepta reabrir Garoña

La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, conversa con el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, durante el pleno del Parlamento
La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, conversa con el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, durante el pleno del Parlamentol. rico

Una vez más el Parlamento ha reclamado al Gobierno central que no reabra la central nuclear burgalesa de Santa María de Garoña, ante la petición de Nuclenor de ampliar su vida hasta 17 años más. En un texto pactado por PNV y PSE, y apoyado por EH BIldu y PP (UPyD se ha abstenido), esta vez el Legislativo ha añadido que reclamará el "amparo" de la Comisión Europea, con el fin de que las instituciones europeas "supervisen el procedimiento de concesión de una hipotética licencia de apertura" y se garantice así que se cumplen las "exigencias de seguridad impuestas después del accidente de Fukushima".

El PP vasco se ha sumado por primera vez al rechazo de la reapertura de Garoña, una actividad que hasta ahora había respaldado y que había motivado que el alcalde de Vitoria se descolgara y votara con el resto de parlamentarios en contra de la central. Maroto, el verso suelto del partido en esta materia pero con un alto nivel de aceptación dentro del partido ante el rechazo extendido en la sociedad alavesa sobre la central, ha agradecido el cambio de postura a su grupo parlamentario y ha resaltado que esta decisión es una "posición que se entiende bien en la calle".

En el día del medio ambiente que se celebra este jueves, el socialista Txarli Prieto ha devuelto al Parlamento el debate sobre Garoña tras la “provocación” de la reapertura de la central que la empresa responsable ya ha solicitado volver a poner en marcha que “tenía que estar absolutamente cerrada”. Ante lo que la mayoría de los partidos han reconocido como una decisión “política” porque es precisa la “concesión política” para devolver la actividad a la central nuclear, la Cámara ha vuelto a reclamar el cierre definitivo de la central.

EH Bildu reclama boicotear a las empresas que están detrás de Nuclenor, como Iberdrola, tanto desde la administración como desde la ciudadanía

En el debate se han sucedido las ya tradicionales acusaciones cruzadas entre unos y otros. El PSE ha apuntado hacia el Gobierno central, del PP, mientras que el PP, al que esta vez ha defendido Maroto, que hace dos semanas trasladó al ministro de Industria, José Manuel Soria, su rechazo ante la previsible reapertura de la central, ha acusado de la situación actual al Gobierno central anterior, en manos del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, por dejar la puerta abierta a lo que hoy está sucediendo. EH Bildu ha criticado al Gobierno vasco por seguir pagando dinero a Iberdrola y Endesa, ambas en Nuclenor, acusaciones a las que el PP se ha sumado, pero no por esa razón, sino porque el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, está en su puesto aupado por el PNV y Kutxabank está también dentro de la energética Iberdrola.

Para EH Bildu, lo que está sucediendo es un ejemplo de la “sumisión política ante intereses económicos” y plegada ante el lobby energético. Dani Maeztu ha planteado poner en práctica acciones desde la ciudadanía saltando a otras empresas que no sean Iberdrola o Endesa, propietarias de Nuclenor, pero también ha insistido en reclamar que el Gobierno vasco boicotee a Iberdrola, con la que tuvo una factura de tres millones de euros en 2013, según ha explicado. “Si ellos nos ponen en riesgo, nosotros debemos poner su negocio en riesgo”. El popular Javier Maroto ha criticado la fórmula de la coalición porque si supone romper contratos públicos habría que pagar una "indemnización millonaria" a las empresas energéticas. Maroto ha pedido que le expliquen cuántos parlamentarios de la coalición han roto sus vínculos con la empresa, ante lo que cuatro de los 21 han levantado la mano.

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El peneuvista Juan Carlos Ramirez Escudero ha optado por tratar plasmar la fotografía de las peores consecuencias de la reapertura de la central: ha resaltado que el Parlamento está a 44 kilómetros de Garoña, por lo que, según sus cálculos, una “nube tóxica estaría en la calle Dato en apenas dos horas”, unos tiempos en los que, ha concluido, no se podría evacuar la capital alavesa. El parlamentario peneuvista señalado que se está intentando reabrir una central “oxidada” y ha ahondado en la referencia de EH Bildu a los lobbies energéticos y ha insistido en que “no es justo que los dividendos de los accionistas de estas empresas se sitúen por encima de los vecinos” de Garoña.

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