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El transporte público pierde 257 millones de viajeros anuales desde la crisis

La demanda en el metro y los autobuses urbanos desciende desde 2007 un 15,8% lastrada por el paro y las tarifas

Elisa Silió
Fuente: Consorcio Regional de Transporte de Madrid.
Fuente: Consorcio Regional de Transporte de Madrid.EL PAÍS

En 2007 la demanda de transporte público en la región alcanzó su máximo anual (1.626 millones de viajeros) y desde entonces no ha dejado de bajar, hasta los 1.369,4 millones de pasajeros en 2013, según datos proporcionados por la Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda a petición de UPyD. Es decir, su uso ha caído un 15,8%. La Comunidad lo achaca a la crisis económica. A más paro, menos necesidad de autobuses, metro o Cercanías. Pero al desempleo —motivo principal— se suma una subida de tarifas (un 13% en el 2012) y una peor frecuencia del transporte.

Los datos son menos llamativos si se compara en el plazo de una década. En ese caso, el descenso en el uso es del 12% y contrasta con una subida en el censo del 12%, hasta los 6,5 millones de habitantes el pasado año. “Se estima que dos de cada tres viajes en transporte público o privados obedece a una movilidad obligada (trabajo o estudio)”, explica la consejería este declive

Sufre también el recorte en las cifras el vehículo privado. La intensidad media diaria se ha reducido en un 11,4%: de 8.448 vehículos al día por kilómetro a 7.487. El uso compartido del coche se ha convertido en una fórmula cada vez más extendida por económica —el combustible se ha disparado— y por consumo responsable.

El tráfico aéreo también se ha visto afectado por la crisis. Los pasajeros del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas han pasado en ese plazo de 52,1 millones anuales a 39,7, un 23,8% menos.

Metro vendió 130,5 millones de billetes menos en 2013 que seis años antes (18,8%). La EMT se dejó, por su parte, 52 millones de pasajeros (11,3%), los autobuses urbanos e interurbanos 61,5 millones (22,7%) y Cercanías 22,1 millones (11%). “La culpa de la caída no puede achacarse a la crisis, eso es un motivo pequeño. La culpa es la gestión de Metro y la subida de tarifas. Desde octubre de 2012 se han quitado el 20% de los trenes, las escaleras mecánicas no funcionan, y no hay personal en las taquillas”, razona Teo Piñuela, secretario general de la sección sindical de UGT-Metro. “Y, además, si existen 27 tarifas distintas en la maquinita de billetes uno se desespera y se va en autobús o andando si son dos estaciones”.

Por el contrario, respecto a 2007 —cuando arrancó el metro ligero— esta modalidad de transporte casi se ha triplicado, hasta los 14,5 millones de viajeros, a medida que se iban abriendo líneas. Sin embargo, las cifras de uso del metro ligero están muy lejos de las previstas, porque los planes de crecimiento de algunas localidades no se han cumplido. Es el caso de Boadilla, que planeaba llegar a los 100.000 habitantes.

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La consejería considera que los malos números han tocado suelo y a partir de ahora asistiremos a una lenta recuperación de la demanda, en paralelo a mejores datos de empleo y de consumo, y el regreso de los turistas a sus calles. Basan esta creencia en varios ejemplos. “Los festivos de este marzo se utilizó el metro un 3,4% más que en 2013, y un 2,5% en abril”, explican fuentes de la consejería. En Barcelona, Sevilla, Valencia y Bilbao los números en el suburbano mejoran levemente desde hace varios meses.

Este leve aumento de la demanda ha llevado a Transportes, que en los últimos años había empeorado la frecuencia del transporte —en el Metro se ha doblado el tiempo de espera por la noche—, a reforzar el suburbano en el centro de la capital los vienes y los sábados por la tarde.

La infrautilización de las nuevas y faraónicas obras de transporte se ilustra en muchos ejemplos. Un informe del Tribunal de Cuentas Europeo denunció el pasado abril que la ampliación de la línea 11 de metro —desde Carabanchel hasta Fortuna, un barrio de Leganés encajonado entre varias autopistas—, financiada en parte con fondos de Bruselas, solo tiene el 18% de los usuarios previstos. El estudio de Bruselas sostiene que “el análisis de las necesidades de movilidad previo al proyecto no incluyó una comparación cuantitativa de las diferentes opciones de transporte”.

“El problema ha sido que con la alocada política de Esperanza Aguirre de ampliación del metro hasta 2007. Se ha puesto a este a competir con Cercanías o los autobuses”, se lamenta Ignacio Arribas, secretario general de Metro Madrid de Comisiones Obreras. “El Consorcio de Transportes no debía haberlo permitido. Se entiende que vayan líneas vacías. Además, no hemos sabido cuidar al viajero: El desempleado, como pedidos, debía haber podido tener la tarjeta azul [de la que se benefician los mayores de 65 años y los discapacitados] y moverse por 6.20 euros al mes”, prosigue Arribas que recuerda que Metro llegó a desplazar a 2,6 millones de viajeros diarios.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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