_
_
_
_
_

“La pobreza ya la tenemos aquí”

Esplais y entidades sociales toman el relevo en verano a los colegios Su objetivo es garantizar la alimentación diaria a niños con familias azotadas por la crisis

Una niña almuerza en una de las colonias subvencionadas por la Fundación Pere Tarrés.
Una niña almuerza en una de las colonias subvencionadas por la Fundación Pere Tarrés.TONI FERRAGUT

“El 20 de junio acaban las clases. Después empiezan los problemas”. Es la dura realidad que describe Núria Valls, subdirectora de la Fundació Catalana de l'Esplai (Fundesplai), una de las entidades que está asumiendo la atención y alimentación de los niños en situación más vulnerable en verano. Durante nueve meses, la escuela hace de salvavidas a los menores en riesgo. Pero, ¿qué sucede cuando el colegio cierra sus puertas? Esplais y entidades sociales cogen el relevo para asegurar la alimentación diario a los niños con familias más afectadas por la crisis.

La situación de desprotección en que quedan los pequeños quedó en evidencia el verano pasado y obligó a entidades a buscar soluciones urgentes. Por ejemplo, de forma inédita, tres escuelas en Terrassa, Tarragona y Amposta abrieron sus comedores en vacaciones para alimentar a los menores en riesgo, que derivaban los servicios sociales de los municipios. Es por ello que este año la Generalitat, ayuntamientos y entidades ultiman dispositivos para atender esta situación de emergencia que ninguno duda que se volverá a repetir.

Más información
Plan de Barcelona para asegurar la comida de los niños en verano
SOS por la pobreza infantil
Miles de personas protestan en Barcelona contra la pobreza laboral y social

Estos dos últimos años se han incrementado los recursos económicos para luchar contra la malnutrición infantil, aunque es difícil tener una idea de una cifra global, ya que aquí se deben sumar los fondos de Generalitat, Ayuntamientos, empresas privadas y donaciones, entre otros. También es difícil calcular el alcance, pues un menor puede participar de varios programas. El panorama sigue siendo desolador: la pobreza en menores de 18 años en Cataluña llega al 30,9%, recuerda Maria Truñó, responsable de políticas de infancia de Unicef Cataluña.

Vacaciones de verano en Barcelona amplia su oferta en 41.500 plazas

La convocatoria de subvenciones a entidades del Departamento de Bienestar Social de este año, por ejemplo, ha sido dotada con un 34% más de recursos, pasando de 6,5 a 8,7 millones. Dentro de esta partida, un millón de euros se dedicará a un nuevo programa. Por primera vez, algunos centros abiertos —servicios preventivos de atención a menores en situación de riesgo— atenderán desde la última semana de junio hasta la primera de septiembre. Según el pliego de condiciones, además de las actividades se tienen que garantizar dos o tres comidas de calidad al día. En Cataluña hay unos 230 centros abiertos, que ofrecen unas 7.530 plazas. El Departamento liderado por Neus Munté (CiU) calcula que en la nueva convocatoria atenderán unos 2.000 beneficiarios, entre los tres y los 17 años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En julio del año pasado, ante la polémica por los casos de malnutrición infantil, el Gobierno catalán incrementó en 300.000 euros el dinero que se destinaba a las entidades de ocio educativo para que pudieran ampliar la cobertura de becas para niños vulnerables. Este año, la partida ha subido hasta los 500.000. Esta cantidad permitirá que se beneficien 3.500 niños en casales (actividades de día) y 500 más en colonias (estancias fuera del domicilio durante varios días). Las entidades que organizan estas actividades destinan a becas 1,7 millones del total de cuatro millones que reciben de la Generalitat, aunque a esta cifra se añaden aportaciones privadas. La demanda de peticiones de familias necesidades ha llevado a estas entidades a lanzarse en busca de recursos para estas ayudas. Un ejemplo: la Fundación Pere Tarrés reservará este verano 880.000 euros en becas, un 35% más, destinadas a unos 3.000 menores.

Dos niños, en unas colonias el pasado verano.
Dos niños, en unas colonias el pasado verano.TONI FARREGUT

Los casales y colonias tradicionalmente se realizan en julio, pero este verano, por segundo año consecutivo, se extenderán al agosto para acoger a los niños más vulnerables. Fundesplai asegura que ya tiene concertados media docena de casales “con marcado acento social” en varios barrios de L'Hospitalet o en Terrassa. “El niño solo ve una actividad (piscina, excursión….), pero nosotros nos encargamos de garantizarle desayuno, comida y merienda”, abunda Valls.

Otro de los programas de Bienestar es L'estiu és teu, que este año volverá a ofrecer 10.074 plazas en las estancias de la Red nacional de Albergues Sociales de Cataluña, Xanascat. La novedad es que un 10% de la oferta serán becas de entre el 65% y el 100% para niños con problemas de vulnerabilidad. También habrá un descuento del 10% para familias numerosas o monoparentales. Otros 2.000 niños entre los cuatro y los 12 años, en 22 municipios catalanes, participan en el programa Jugar y Leer, al que se destinan 525.000 euros y que ofrecerá desayunos y meriendas.

En el caso de las iniciativas municipales, los programas varían de acuerdo a su capacidad económica. En el caso de Barcelona, la campaña Vacaciones de Verano ha aumentado este año 41.500 plazas, para llegar a un total de casi 204.000 y la oferta incluye colonias, casales y actividades en equipamientos. Pero no es un tema sólo lúdico. El 83% de las actividades ofrecen servicio de comedor. Aunque el presupuesto inicial es de un millón de euros, Barcelona no se cierra la posibilidad a ampliarlo.

La Fundación Pere Tarrés aumenta sus becas y destinará 880.000 euros

La escuela Agustí Bartra de Terrassa, una de las que abrió el comedor en agosto, volverá a repetir la experiencia este verano. Su directora, Teresa Cabanes, admite que este curso la situación se ha agravado. “Muchas familias están al límite y han aumentado mucho aquellas que han dejado de cobrar el paro”. En este colegio limítrofe con el castigado barrio de Ca n'Anglada el 75% de los alumnos que se quedan en el comedor tienen beca. “Pero este año la ayuda no ha llegado a todos porque había mucha demanda. La pobreza ya la tenemos aquí”, lamenta la directora.

En Terrassa el año pasado abrieron sus cocinas cuatro colegios para 300 menores. Manel Pérez, teniente de alcalde del Área de las Personas de Terrassa, afirma que el dispositivo se repetirá desde mediados de julio hasta mediados de septiembre —en la primera quincena de julio se organizan casales, que incluyen alimentación—, pero se espera dispersarlo en más puntos. El Ayuntamiento espera destinar 80.000 euros, el doble que el año pasado.

En Salt (Girona), por ejemplo, en julio se mantendrá abierto el comedor de varias escuelas para unos 80 niños. En Lleida, Cruz Roja y Cáritas refuerzan los bancos de alimentos de los municipios y hacen un seguimiento de los niños más vulnerables. También Mollerussa abrirá un centro para 15 menores. En Reus continuarán con el programa Ningún niño sin un plato en la mesa e intentarán reforzar los centros abiertos durante este verano.

Pero a pesar del aumento de recursos de este año, las entidades consideran que no son suficientes teniendo en cuenta el aumento de las necesidades. “La demanda es muy grande y se debería dedicar más dinero. Las entidades aportamos recursos, no solo públicos, sino propios y donaciones. Pero no podemos llegar a todos lados ni cubrir toda la demanda”, apostilla Valls.

Con información de Marta Rodríguez, Lluís Visa y Mercè Pérez.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_