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Golpe policial contra una de las mayores redes de narcos del Guadalquivir

La Guardia Civil detiene a 36 narcotraficantes que iban a introducir más de 8.000 kilos de hachís

Fuerte golpe al narcotráfico en la desembocadura del río Guadalquivir. La Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y la Agencia Tributaria han desarticulado una de las principales organizaciones dedicada a introducir hachís en la Península. La Operación Espabila, desarrollada durante casi diez meses, se salda con la detención de 36 personas y la incautación de siete embarcaciones, coches, motos y varias armas de fuego. Era un entramado violento y tenía una particularidad: algunos de los arrestados se hacían pasar también por agentes para robar alijos de droga a otras redes.

Unos 70 agentes, en su mayoría efectivos de la Guardia Civil, han desmantelado esta banda criminal que pretendía llevar hasta Sanlúcar 8.560 kilos de hachís. Los detenidos rondan los 30 años y vivían en Sanlúcar, Chipiona, Sevilla, Coria del Río y Algeciras. No era una organización cualquiera. Han sufrido varios golpes antes de su desarticulación. Pero se recuperaba con bastante rapidez, ya que tenía recursos económicos suficientes para trasladar nuevos alijos al poco tiempo de que los efectivos policiales abortaran alguno de sus planes.

La investigación se inició cuando los agentes detectaron una red que podría estar introduciendo hachís por la desembocadura del Guadalquivir, principal vía de entrada de droga en España. En una primera fase de la operación se interceptaron seis alijos que eran transportados en embarcaciones de gran potencia, pesqueros o barcos de recreo. Le sucedieron otras actuaciones que permitieron intervenir los 286 fardos de hachís de más de ocho toneladas de peso y detener a los primeros 12 narcos del entramado. Tras analizar la información obtenida en otras operaciones anteriores en las que se investigaban delitos de secuestro, extorsión, robo, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas, los agentes localizaron a un grupo que robaba la mercancía a otros narcotraficantes cuando la transportaban. Para hacerse con el alijo, utilizaban pistolas y carabinas y distintivos policiales. Para saber dónde actuar, la banda también infiltraba a miembros en otras estructuras delictivas y así conocer las fechas y lugares en los que hacerse con más alijos.

La Guardia Civil fue cercando a la red hasta llevar a cabo una segunda fase que se cerró con 20 arrestos más y la intervención en diez registros domiciliarios de armas de fuego, munición blindada, dos pistolas detonadoras, 16 kilos de marihuana, 17.000 euros en efectivo, siete turismos, dos motocicletas, un camión, dos remolques y tres motores. Por último, los agentes lograron detener a un miembro clave de la trama: vivía en Algeciras y era el enlace entre Marruecos, origen de la droga, y la Península, lugar de distribución de la mercancía. En la operación han participado agentes de varias unidades de la Guardia Civil, policía y Agencia Tributaria de Cádiz, Huelva y Cartagena.

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