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La sombra de Blasco sobre Fabra

El presidente presume de haber expulsado al exconsejero y portavoz del PP, mientras la oposición acusa a los populares de haberlo amparado hasta el final

Alberto Fabra, Jorge Bellver y José Ciscar, en el pleno del Consell.
Alberto Fabra, Jorge Bellver y José Ciscar, en el pleno del Consell.Mònica Torres

La sombra de Rafael Blasco planeó este jueves sobre Alberto Fabra un día después de su condena. “Siempre que sea posible iremos incrementando las ayudas a cooperación”, respondió el todavía portavoz del Consell, el vicepresidente José Ciscar, a la diputada de Compromís Mònica Oltra, en una de las repreguntas de la sesión de control al presidente de la Generalitat, cuando inquirió: “¿Pueden afirmar que el dinero de las indemnizaciones de la sentencia de Blasco irá a cooperación a través de ONGD honradas?”. En la oposición sorprendió que el Consell no se comprometiera claramente a algo que parece de sentido común: que se destinen 1,7 millones de euros a lo que debieron destinarse cuando la trama se los apropió. Tal vez influyó en ello que Ciscar respondía con un pie fuera de su puesto de portavoz, del que fue relevado por la tarde.

La condena de Blasco a ocho años de prisión por saquear los fondos de cooperación marcó una sesión de control que, en principio, debía estar centrada en los resultados de las elecciones europeas del 25 de mayo. Fabra sostuvo que el PP sigue siendo el partido mayoritario, mientras la oposición le recordó que el PP ya no representa a la mayoría.

El jefe del Consell llevaba preparadas alusiones a los tres partidos de la izquierda. Acusó al secretario general del PSPV-PSOE de "comprar votos casa por casa" porque en Morella han tenido los socialistas menos votos en las europeas que apoyos tuvo Ximo Puig en las primarias. A Compromís le recriminó que su nuevo eurodiputado, Jordi Sebastià, no cumple en Burjassot, donde es alcalde, lo que ha prometido en la campaña sobre no pagar a los bancos. Y a Esquerra Unida le dijo: “A ustedes les hubiera gustado que pasara como en Grecia, donde una izquierda radical ganó las elecciones”. Fabra añadió que “aquí no habrá helenización”.

Sin embargo, de la mano de la condena a Blasco, la corrupción fue el tema más polémico. El portavoz del PSPV-PSOE, Antonio Torres, recordó que su grupo viene pidiendo explicaciones sobre Blasco desde 2002 y señaló: “El PP ha sido cómplice de Blasco estos años, lo ha protegido y amparado”. Fabra respondió: “El señor Blasco fue expulsado del PP y llevado al grupo de no adscritos”. La diputada socialista Clara Tirado recordó la cerrada defensa del exconsejero que hizo en su día Herminia Palomar, hoy directora general de Cooperación, y nombró a varios miembros del Consell para concluir: “Todos ustedes son como Blasco”. La respuesta de Ciscar fue que la sentencia de Blasco “no dice que el Gobierno sea corresponsable”.

“Pidan el escaño al señor Camps”, reclamó el portavoz de Compromís, Enric Morera, que recordó que fue en su época cuando se produjo el saqueo por el que ha sido condenado Blasco. “Es el causante de la gravísima situación que padecemos”, añadió. “La condena a Blasco es la condena a cada uno de ustedes”, aseguró en su repregunta Mireia Mollà.

Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, acusó al presidente de hacer “oposición de la oposición” y arremetió contra Camps y sus declaraciones del miércoles defendiendo la presunción de inocencia de Blasco y su equipo. El parlamentario comparó a Fabra con su antecesor para concluir: “Usted es una mala copia del original”. Marina Albiol recogió otra vez el tema de Blasco para advertir que la de ahora es solo la primera de otras sentencias que afectarán al exconsejero por su gestión. “Zaplana, Olivas y Camps lo pusieron de consejero, y usted, señor Fabra, de portavoz”, indicó, para añadir: “Blasco es un delincuente del PP”.

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