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Conversación en la que Soler planea secuestrar a Soriano

La policía grabó al expresidente del Valencia cuando hacía el encargo

Hasta cuatro "ok" dio Juan Soler para confirmar que la operación del secuestro del ex presidente del Valencia CF, Vicente Soriano, seguía adelante. La policía grabó la conversación en la que el también ex presidente valencianista y empresario hacía el encargo a quien luego resultó ser un testigo protegido que abortó la operación el pasado 3 de abril y que en este relato se llama Rafa con nombre figurado. Se trata de la última conversación antes de su detención, que se reproduce a continuación.

El confidente, R., con antecedentes penales, se reunió con Juan Soler y con Ciro d. A. para cerrar el trato en un piso del primero, en la calle Conde Salvatierra de Valencia. Rafa ya había contactado con los colombianos que tenían que encargarse materialmente del secuestro. Y también estaba preparado un bajo comercial en Alfafar para llevar allí a Vicente Soriano de forma inmediata. El piso de Conde Salvatierra tenía un armario perfecto para esconder el dinero que se suponía guardaba Soriano en la caja fuerte.

El resto del dinero se conseguiría a través de transferencias bancarias desde sus cuentas en el extranjero, hasta otras cuentas abiertas en Ucrania o en Sudáfrica aún por confirmar. Según declaró el testigo protegido ante el juez de Instrucción número 12, “no era un secuestro con rescate, el dinero se iba a conseguir mediante unos artificios informáticos desde Francia”. Poco después de cerrar el trato, Rafa entregaba la cinta a la policía.

Pasan diez minutos de la cinco de la tarde del 3 de abril cuando Ciro y Rafa entran en el “piso franco” de la calle Conde Salvatierra. Han dejado el coche en el parking público de la calle Colón. Ciro abre con sus llaves. En el piso les espera Juan Soler, ex presidente del Valencia CF.

Ciro: Don Juan, ¿cómo estamos?

Juan: ¿El teléfono?

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C: ¡Ah! Sí, sí, todo lo nuestro lo hemos dejado en la cafetería… ¡Qué bonito es el piso!

Juan Soler intentaba asegurarse de que la reunión se celebraba de forma segura y sin teléfonos que interfirieran o con los que se pudiera grabar. En ese piso se iba a guardar el dinero del rescate, al menos el que se repartirían en la primera fase, el que se suponía escondido en la caja fuerte de Vicente Soriano. Se trata de un apartamento en una finca señorial, luminoso, techos altos, recién restaurado…

J: Éste… Éste puede ser el sitio, porque es el único armario que tiene…

C: Entonces lo metemos aquí en bolsas.

Rafa: Ah, vale, con el tema este… Cuando cojamos el dinero, tú lo llevas aquí, ¿no?

J: Vale, vale.

Antes de confirmar la operación, R. quiere aclarar algunas dudas. Alguien le ha dicho que “esto no se va a poder hacer”.

J: Sí, (…) Nos han dicho que hay un seguimiento, hay un informe de la policía, que están siguiéndote a ti (sic).

R: ¿A mí?

J: A ti, sí, que el informe de la policía al final dice que no se acaban de creer que yo esté detrás de un secuestro, que si fuera al revés sí, pero siendo yo no.

Desde que se reunieron la primera vez antes de Navidad, el asunto había dado un giro total. A Rafa le hablaron de hacer de intermediario para el cobro de una deuda. Sus dudas y las de otros implicados inicialmente hizo que se abortara una primera operación. En esta ocasión, el círculo se había cerrado. Rafa había mantenido otras dos reuniones y decidió contárselo a la policía. En esta ocasión, llevaba una grabadora escondida y había que conseguir la confirmación del secuestro.

A Juan Soler le han contado que “alguien ha largado” y que ha sido Rafa, porque “lo cogió la policía y lo apretaron y lo hicieron cantar, y el cantó a cambio de que… (sic).

J: A cambio de esto, tu cantaste lo que había, entonces es mejor abortar el tema, que yo no quiero, que yo… os aprecio mucho y no quiero meteros en esto porque esto va a saltar, va a salir mal.

Buscan al chivato. Ciro entra en la conversación y recuerdan la primera reunión y la de la galería, que había sido convocada por otro. Sospechan…

J: Y que si lo tenían todo controlado en plan de acojonar. Y, como yo no me acojono del todo, sí, un poco, pero no del todo…

Las especulaciones continúan sobre quién ha llamado a quién, quién envió los mensajes, con quién estuvo cada uno... Hablan del abogado, del detective privado, de la reunión en la galería.

R: (…) Fíjate la jugada, yo creo que ha mentido –en referencia al detective privado-. Cuando ha quedado conmigo en la galería, quedó conmigo y con él (en referencia al abogado), y lo que no entiendo era por qué tú venías (sic) y te sentaba ahí. Él provocaba la situación.

J: Ya…, ya.

R: Pero era porque él provoca la situación, yo lo que quiero es una cosa así: si vamos a seguir con el tema, yo necesito escuchar de tu boca el OK, no en boca de nadie ya.

J: OK.

R: O sea, ¿que sigo para adelante?

J: OK.

R: Para que luego no vengas después es que mi hijo y tal y cual.

J: OK, y ya está, no hace falta más, OK.

R: Vale, pues ya está, mensaje grabado. Otra cosa más… eeh…, quería saber, ¿estás seguro, seguro, seguro, por la información que me diste, de los 50 millones de euros que sabes que tiene en su casa?

J: No.

R: ¿No estás seguro? O sea que ha sido la cosa por…

J: No ha sido la cosa…

R: Nosotros hemos comprobado muchas cosas, que todo es maniobra de Tati, todo es mentira. Gente se ha informado, dice que no existe ninguna…

C: Seguimiento.

R: Ningún seguimiento, ninguna cosa paralela a lo nuestro. Lo que pasa (…) es que el señor Tati ha maniobrado todo esto, y tú lo sabes. Porque, si no, yo no estaría aquí. Si no, yo no habría traído a los colombianos a trabajar tampoco, que los tengo aquí, que me tienen frito. (…) Lo que yo no entiendo es cómo es esta retirada de atrás, qué es lo que te preocupa…

J: No, a mí lo que me preocupa es que bien Tati o JC (el abogado) algún día cuenten la historia.

C: Ya les hemos amenazado a los dos.

La conversación sigue en la línea de reproches, de averiguar quién se ha echado atrás y por qué, de quién puede ser el traidor del primer plan. Mientras R. insiste en su responsabilidad y en la de Juan Soler.

R: Vale, una cosa… Aquí el que tiene que estar en el fuego soy yo, lo sabemos. Si me pasa algo a mí o a mi gente, debes responder.

J: Eso ya lo hablamos ayer Ciro y yo, y lo tego claro.

R: No, quiero escucharlo de tu boca, respóndeme.

J: No, no… Respondo que sí.

Después de jurarse lealtad, de señalar al posible traidor como Tati y de establecer los términos del compromiso entre Juan Soler y R., con Ciro como testigo, llega la hora de desarticular el primer plan respecto del dinero.

R: Vale! Tengo un pequeño o ligero cambio. ¿Cómo se anula el tema de Ukrania, las cuentas de JCN. Sabemos las cuentas…, las famosas cuentas. También ha habido un servicio de transporte para trasladar el dinero aquí.

Comienza el reparto. Es el momento de establecer el pago de los servicios, los porcentajes.

R: …Nosotros nos encargamos de este gasto y este beneficio… ¿Qué habéis tratado…, a cuánto?

J: El 30%.

R: El 30%, por ejemplo, si hubierais cobrado 100 millones de euros, ellos se llevan el 30%, vale… Pues yo me voy a llevar el 10%, más los 10 míos y yo me encargo…

J: Un 20% de todo.

R: En todo. Y yo me encargo de trasladar todo…

J: Eso va a una cuenta tuya y…

R. Sí, en Sudáfrica.

J: No, no…, imagínatela. Entran 100, tú te quedas 20 y me das 80.

R: Eso.

J: Ése es el trato.

R: Ése es el trato.

J: Y ahí está incluido el 10 de aquí, el 10 del palo y el 10 del dinero.

Siguen discutiendo sobre el reparto del 10, el 20 y el 30 por ciento.

R: Yo me llevo un 20. Un 10 de la operación cuando yo secuestro al tío, al Soler de mierda este… y lo llevo.

J: A Soriano.

R: Soriano, digo Soler, perdona. A Soriano de mierda éste y me lo llevo cuando lo secuestro, me dan de lo que cobro, me dan un 10% y luego de lo que yo traslado de la cantidad… ehhh… otro 10%.

J: Para que tú lo tengas claro, entran ahí, hay 10 millones.

R: ¿Dónde?

J: En casa de Soriano. (…) Él se lleva uno (refiriéndose a R.), a mí me da nueve, que es un 10%.

R: Sí.

J: Ahora se van con Soriano y se sacan 100. Él (R.) se lleva 20 y a mí me da 80.

R: Vale. Ya está, de acuerdo, más que hablado.

J: Oye, a mí sí me preocupa mucho. Porque no entiendo yo por qué se rajan a última hora…

A Juan Soler le preocupa que metan a su familia por medio y sigue buscando al traidor que ha abortado el primer plan. Duda…

J: Es que yo quiero que cuando esto se acabe, de aquí seis meses, de aquí un año, porque la venganza cuesta lo que cuesta, sentarnos con Tati y que me diga a la cara que él no lo dijo.

R: Olvídate, ¿vale?...

J: Fíjate, porque yo luego dándole vueltas en casa…

R: Es que tú ahora mismo, te lo vuelvo a repetir, y te lo digo ahora mismo como a título personal, me dices… “para esto” y lo paro. Pero claro, sabes muy bien que ahora esto tiene unos gastos. Pero por eso yo, cuando Tati me generó esta duda, soy sé que éste es un hombre, sabe lo que dice. Necesitaba escucharlo yo, de tú a tú, mirando. Que me digas que sí, sigas adelante, porque si no, me quedo como un vacío (sic).

J: Que sí, que puedes seguir.

Siguen las especulaciones sobre el primer plan, sobre los traidores, sus coartadas, las dos cuentas de Ucrania, las cuentas que van a saldar… Y ultiman los detalles del reparto. De cómo darle el 10% a Rafa.

R: …Tú ya cuentas mi 10% y me lo das a mí, ¿de acuerdo?

J: Se lo doy a él (Ciro) para que te lo dé a ti.

R: Yo no estoy, lo guardas.

J: No, si yo la idea que llevaba es que…

R: Pero es que el trabajo no lo hago yo, ¿sabes? No lo hago yo, yo no soy tonto, lo hará la gente, los colombianos. Y yo… estaré donde tengo que estar. Y yo simplemente estaré abajo.

C: Las bolsas.

R: Para dárselas a éste.

J: Lo de la casa también lo hacen los colombianos.

R: No, el trabajo lo hace el otro equipo.

J: Es que yo le dije… ehhh, coges la bolsa, se la das a él, la dejamos aquí, cerramos el piso y dentro de 15 días ya vendremos.

R: Bueno, me parece muy bien.

J: Así no destapamos, aquí no entra nadie y, si entra uno ve que está el piso vacío.

R: Sí, sí, sí, Quién va a entar… Y cuando cerremos la operación, piensa en la opción de venderme este piso (risas).

C: ¿Tienes la bolsa?

R: Voy a cogerla, ¿ahí?

C: Salgo yo. Espérame allí.

J: Hasta luego.

Rafa y Ciro salen del piso por separado. Antes cruzan unas palabras con Juan Soler sobre el tema del año, la venta del Valencia CF.

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