_
_
_
_
_

Alex Txikon piensa en un nuevo ataque a la cumbre del Kangchenjunga

El alpinista vizcaíno y el resto de compañeros estudian los siguientes pasos para organizar una nueva escalada después de un primer intento

San Sebastián -
Los alpinistas Alex Txikon y Dimitri Sinen, en el ataque a la cumbre del monte Kangchenjunga.
Los alpinistas Alex Txikon y Dimitri Sinen, en el ataque a la cumbre del monte Kangchenjunga.

Apenas 24 horas después de haber vuelto al campo base de su primer ataque a la cumbre del Kangchenjunga, el tercer monte más alto del planeta, el alpinista vasco Alex Txikon y el resto de compañeros estudian ya los siguientes pasos para organizar un nuevo ataque a la cima.

Junto a Alex, el polaco Adam Bielecki, y los rusos Dmitri Sinen y Artem Braun no consiguieron llegar a lo más alto. Por este motivo, Alex y Adam tienen previsto volver por la ruta que han transitado estos días pasados, la variante de la ruta Británica que han abierto por la izquierda de la cara norte. En el caso de Dmitri y Artem, tras calibrar la "exigencia técnica y física" de esa vía, han decidido que lo intentarán por la ruta normal de la cara sur. Ésta última es la misma por la que el pasado 18 de mayo el grupo encabezado por Carlos Soria hizo cumbre.

De todas formas, antes de tomar la decisión definitiva, Alex Txikon va a esperar uno o dos días a ver cómo evoluciona el dedo pulgar de su pie izquierda, que ha bajado del intento a cima con "ligeros síntomas de congelación". “Es el mismo que me quedó tocado precisamente aquí mismo, en el Kangchenjunga, en 2009, tras el descenso al límite que realizamos con Edurne Pasaban, y desde entonces lo tengo que cuidar mucho en cada expedición porque es muy propenso a congelarse de nuevo”, explica Alex.

El alpinista vizcaíno debate en estos momentos la decisión a tomar, aunque tiene claro que "lo más difícil está hecho y sería una pena desaprovechar la oportunidad". Lo que tiene claro es que no quiere arriesgar el dedo. "El Kangchenjunga no se va a mover de donde está y si no lo veo claro no voy a subir. Voy a ver como evolucionan las congelaciones un par de días y entonces tomaré la decisión”.

Lo que sí ha descartado el grupo es intentar abrir una nueva ruta por el centro de la cara Norte, el objetivo original de la expedición, debido al peligroso estado de las dos barreras de seracs que hay que atravesar en la parte baja de la pared. “Desde que llegamos al campo base hemos vigilado muy de cerca la pared y en especial la zona por la que queríamos abrir la nueva vía y hemos visto que es muy peligroso. Las dos barreras de seracs escupen prácticamente todos los días alguna avalancha y meternos allí en su estado sería una ruleta rusa. Otro año quizá sea posible, pero desde luego este no".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_