Hambrientos de ballet
El público se entrega al "Lago de los Cisnes" del Ballet de Moscú
El Teatro Tívoli presentaba un lleno importante el pasado viernes, dos noches después de la primera función ofrecida por el Ballet de Moscú bailando El lago de los cisnes. Un público que aplaudió con ganas el trabajo coral e individual de esta formación rusa. Lo que evidencia que los amantes del ballet clásico forman un grupo importante y que están ávidos de este género. Suerte tienen de que teatros como el Tívoli o el Coliseum programen danza clásica con cierta frecuencia sino el panorama sería desolador. El lago de los cisnes puede verse hasta hoy y Cascanueces a partir del 14 hasta el 18 de mayo,
El Ballet de Moscú que este año celebra sus veinticinco, está dirigido por Timour Fayziev desde 1989 y ha actuado en diversas ocasiones en nuestra ciudad. Está integrado por 32 bailarines, con un estilo homogéneo y depurado, destaca ver como el elenco masculino está formado por hombres muy altos y que el femenino está formado por mujeres esbeltas y hermosas. Ellas cautivan por la expresividad de sus brazos y los hombres por la seguridad en los saltos y giros. Sin embargo,bailan sin alma, no interpretan con pasión, en ocasiones es como si bailaran de forma rutinaria.
La versión de El Lago de los cisnes del Ballet de Moscú es correcta pero está lejos del virtuosismo, ello no impide que el público disfrute, son tantas las ganas de los balletómanos de ver danza clásica que bajan el listón de sus exigencias. Timour Fayziev ha sido respetuoso a la versión original de Marius Petipa y Lev Ivanov, estrenada el 8 de febrero de 1895 en el Teatro Maryinsky de San Peterburgo, sin embargo a tenido que adaptarse a las limitadas dimensiones del Tívoli y ello ha repercutido en el número de cisnes de 24 pasan a ser 14 y la acción transcurre en dos actos en vez de cuatro ya que no pueden realizarse los cambios de decorados.
La pareja protagonista está formada por el matrimonio Cristina Terentiev y Aleix Terentiev. Ella es una bailarina con una excelente técnica; su personalidad escénica emana dureza lo que la convierte en una excelente intérprete de Odile, el cisne negro, pero le falta sutileza y dulzura como Odette, el cisne blanco. Por su parte Aleix Terentiev fue un blando Príncipe Sigfrido y se limitó a ser un buen portador, sus intervenciones pecaron de discretas.
El Lago de los cisnes
Ballet de Moscú dirigido por Timur Fayziev; Coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov; Música de Piotr Ilich Tchaikovsky; Interpretes principales Cristina Terentiev (Odile/Odette) y Alexei Terentiev (Principe Sigfrido); Iluminación de Tomás Prieto; Vestuario de Lisa Fayzieva; Teatro Tívoli. Barcelona. 8 de mayo
