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El Comité antisida de Ferrol paraliza sus servicios por falta de liquidez

El dinero comprometido por las Administraciones para 2013 no llega Los proveedores reclaman los pagos pendientes

El retraso en el pago de la subvenciones públicas los han vuelto a poner en un brete dramático. El lunes o el martes, a más tardar, Lazos dejará de prestar el servicio de atención social y desayunos a medio centenar de usuarios por falta de liquidez en su pequeño local, un bajo en la calle Doctor Fleming, en pleno centro de Ferrol. Lazos Pro Solidaridade, el Comité Antisida de Ferrol que lleva desde el 95 peleando contra los estigmas del VIH en la comarca, ha lanzado esta tarde un SOS desesperado a través de los medios de comunicación.

Carlos Varela, que dirige la entidad desde el 2009, cuenta que arrastran los números rojos en su cuenta bancaria desde el 26 de marzo. El dinero comprometido por las Administraciones para 2013 no entra y los proveedores (electricidad, agua..) reclaman los pagos pendientes. Algunos de esos servicios, explica, son “indispensables” para abrir la sede y poner en marcha las actividades. Por el local de Lazos pasan, a diario, de 35 a 50 personas. Atienen a unos 600 seropositivos y en los últimos años, con la crisis, han batido sus propios récords de asistencias con más de 4.000 por año desde el 2011.

Sus usuarios suelen ser personas marginadas por triplicado: hombres y mujeres en situación de exclusión social, sin ingresos abocados a las prostitución con largas adicciones y que, por el camino, han contraído el Sida. Por las mañanas, en Lazos les ofrecen una bebida caliente y algo sólido, ropa si tienen, jabón y cepillos de dientes para el aseo, preservativos, información y formación sanitaria, además de apoyo y consuelo.

El Comité también practica pruebas rápidas de detección precoz del VIH que tendrán que paralizar, temporalmente, por falta de liquidez. “Los trabajadores atienden problemáticas muy complejas donde el sufrimiento es un elemento común”, explica Varela, que habla en nombre de toda la Junta directiva. La plantilla -continúa su escrito- no puede verse afectada por la situación de la entidad porque repercutiría en la calidad de la atención”.

“Necesitamos vuestra ayuda, la de todos: ciudadanos, Administraciones públicas (local y autonómica) y de las empresas privadas para que esta emergencia encuentre respuesta inmediata”, termina Lazos su llamada de emergencia. En mayo del 2013 les ocurrió algo similar. Lanzaron sus demandas de leche, galletas y azúcar a través de las redes sociales y los ferrolanos respondieron llevando cajas con donativos hasta la puerta de su local que les ayudaron a seguir poniendo una taza de café en el cuerpo de muchos hasta que cobraron las subvenciones atrasadas, que han ido menguando en el último lustro.

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