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Climent: “No tener Medicina será un engaño de la Generalitat”

El rector de la Jaume I fija la nueva facultad como “objetivo prioritario” para repetir legislatura

La Universidad Jaume I de Castellón debía contar este año con la tan reivindicada facultad de Ciencias de la Salud para salvar el colapso de unos grados (Medicina y Enfermería) cuyos estudiantes encaran el tercer año en aulas provisionales. Los impagos del Consell han paralizado la que es la principal obra de la universidad y “objetivo prioritario” en la nueva legislatura que encabeza el rector, Vicent Climent. El máximo representante de la universidad presentó este lunes su programa electoral para repetir en el puesto (no tiene rivales) y tuvo duras palabras para el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, por incumplir el compromiso de apoyar la facultad.

“No conseguirlo [terminar el edificio] sería un fracaso nuestro, pero también de la sociedad y de los políticos que en su momento dieron apoyo a la facultad de Ciencias de la Salud, y quiero recordar que quien ostentaba la alcaldía de Castellón era Alberto Fabra y se comprometió como presidente de la Generalitat”, dijo. Climent añadió que si en esta legislatura no se termina la sede “sería un fracaso de este equipo rectoral pero también un engaño de la Generalitat”.

La Jaume I inició los estudios de Medicina y Enfermería en 2011, un año después de lo previsto porque cuando Climent encaró su primera legislatura en 2010 optó por retrasar un año su implantación por no contar con un compromiso explícito del Consell en materia de financiación. El curso arrancó al año siguiente en las aulas provisionales de la ampliación de otra facultad y se fijó el tercer año como tope para el traslado, puesto que el número de alumnos será tan elevado que imposibilitaría el normal desarrollo de las clases.

Problemas

A finales de 2013 comenzaron las obras del primer módulo tras lograr una partida de tres millones. Pero Climent recordó que son cinco módulos con un coste de 27 millones y otros tres anuales para nóminas del personal. A ello se suma el coste de equipar la facultad.

El rector destacó otro problema, el de la prohibición de contratar a nuevos profesores por el dictado del Ministerio de Hacienda, y avanzó que están en conversaciones con la Generalitat para buscar una salida. “Ellos autorizaron los estudios y al frente está una persona que se manifestó y comprometió, no es un problema que nos hayamos buscado nosotros”, dijo.

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