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La Universidad de Barcelona elimina de sus estudios las lenguas minoritarias

El próximo curso la UB suprimirá de su catálogo Filología Románica

Dídac Ramírez, rector de la Universidad de Barcelona.
Dídac Ramírez, rector de la Universidad de Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

Albert Badosa está en segundo curso de Lingüística de la Universidad de Barcelona (UB). Se declara apasionado de la cultura eslava y decidió escoger como itinerarios de la carrera el polaco y el ruso entre las 14 lenguas que forman el catálogo. Pero los nuevos estudiantes que entren en la universidad el próximo curso no podrán elegir esta combinación, ya que se ha decidido limitar la oferta a cuatro idiomas mayoritarios europeos y uno en clara expansión: inglés, alemán, español, francés y ruso. De la oferta caen el italiano y el portugués, entre otros. Esto afecta tanto a la carrera de Lingüística, como a la de Lenguas y Literaturas Modernas.

La UB, dirigida por el rector Dídac Ramírez, justifica esta reducción en la necesidad de gestionar de forma más eficiente la oferta. “Hay un sinfín de itinerarios que se traducen en 700 grupos de alumnos, pero casi todo pivota alrededor del inglés, así que muchas combinaciones o no las cogía nadie o tienen pocos estudiantes”, abunda el decano de la facultad de Filología, Adolfo Sotelo.

Pero además, el próximo curso la UB verá cómo desaparece de su catálogo la carrera de Filología Románica, aunque los actuales estudiantes podrán finalizar sus estudios. La UB era el único campus catalán que mantenía esta titulación, que sobrevive solo en la Universidad de Salamanca. Sus responsables justifican el cierre por la falta de alumnos: tiene una media de 10 estudiantes por aula y un alto abandono. “La titulación no tiene demanda y hay que reorganizarla, es de sentido común. Es como mantener u na carretera sin coches”, admite el decano. Eso sí, matiza, “los estudios no pueden desaparecer, es como si se dejara de estudiar el latín”.

De hecho, la UB asegura que la idea es reconvertir las materias de la carrera en asignaturas optativas u obligatorias, o incluso como especialidad, en otras titulaciones.

En Románicas la noticia ha caído como un jarro de agua fría y el profesorado admite que existe un “sentimiento de pérdida”. Un docente, que prefiere no identificarse, rechaza el argumento de la falta de alumnos y asegura que aunque solo haya 10 matriculados, en algunas asignaturas coinciden alumnos de otras titulaciones y se puede llegar a los 50 estudiantes. Este profesor añade que el recorte no supondrá ahorro para la universidad, ya que gran parte de la plantilla es funcionaria. “No es una cuestión de números y una universidad pública que pretende ser de referencia no se puede perder piezas fundamentales que conserva desde hace más de un siglo”, remacha.

“Con el Plan Bolonia todos querían mantener sus estudios, pero Románicas era como una especialidad elitista y minoritaria. Solo sobrevivieron las filologías fuertes", explica Carmen Mejía, profesora del Departamento de Filología Románicas de la Complutense de Madrid. Mejía considera “muy grave” la desaparición del grado y destaca su importancia para aquellos que quieran estudiar lenguas. “La universidad no es una escuela de idiomas y no solo hay que estudiar las lenguas vivas, también es básico conocer su origen, historia y evolución. Los que deseen estudiar italiano, deben saber qué eran las lenguas románicas. Y así entenderán cómo nació, por ejemplo, el español y el catalán”, añade la docente de la Complutense.

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Desde la Facultad de Filología de la UB consideran que con la reestructuración hay una “pérdida de la concepción multilingüe del mundo”. Se pierden medievalistas así como unos estudios serios de tres lenguas: italiano, gallego y portugués. Estos idiomas se pueden estudiar como asignatura sueltas, pero no se podrá formar especialistas en estos idiomas”, lamenta un profesor.

Albert Badosa, que ha iniciado una campaña en el portal change.org pidiendo que no se lleve a cabo esta reestructuración, lamenta la decisión de la UB: “Me matriculé en esta universidad porque tenía una oferta muy buena, pero esta ahora se hunde”.

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