Feijóo desconfía de los datos de la EPA y sugiere que el paro baja en abril

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cuestionó ayer los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que eleva el número de parados gallegos en 16.100 personas durante el primer trimestre hasta 296.900 desempleados y disminuye el diferencial positivo que mantiene la comunidad con la media española. En su comparecencia posterior a la reunión de semanal de su Gobierno, Feijóo calificó de “sorprendentes” los datos de la encuesta —Galicia está entre las tres autonomías que pierden más empleos en términos absolutos y relativos— y pidió esperar a conocer los datos de paro registrado de abril para sacar conclusiones.

Su discurso hace ver que la Xunta prevé una reducción del desempleo cuando se cierren las listas del INEM de abril, en la línea de lo que ocurrió durante el primer trimestre del año, cuando la estadística oficial reflejó un descenso de 14.000 personas. El presidente pidió prudencia, aunque trató de buscar razones estadísticas al batacazo de la EPA. Subrayó que en Galicia la población ocupada cae un tercio que en el resto de España y añadió que los sucesivos temporales en los primeros meses del año, que mantuvieron a la flota amarrada, tampoco ayudaron en la evolución del empleo. Pero sobre todo Feijóo llamó repetidas veces la atención sobre un tercer aspecto: 77.000 gallegos responden en la encuesta que están ocupados pero que no cotizan a la Seguridad Social. “Sin menoscabar la encuesta”, alegó Feijóo, “es un dato sorprendente”. Evitó atribuirlo a la economía sumergida y dijo que los técnicos de la Consellería de Traballo ya trabajan en su análisis.

“Me preocuparía más que las encuestas nos dijesen que vamos bien y los registros de demandantes digan que vamos mal. Estamos a 30 de abril y hay que ser prudentes”, volvió a referirse a la EPA. Aventuró que la economía gallega ha dejado de caer para “iniciar un tibio movimiento hacia la recuperación económica”. Pero se cuidó de mostrarse optimista sobre cómo se traducirá esa mejor evolución de los datos macroeconómicos en la vida de las familias: “En mi opinión, la recuperación del empleo será una cosa lenta y difícil que veremos con mayor intensidad a partir de 2015, como ya dije en el discurso de investidura”.

La reunión del Consello dio luz verde a la estrategia Galicia 1.000, un plan para aportar liquidez a pymes y emprendedores, que incluye la novedad de usar dinero comunitario proveniente de los fondos Feder para prestarle dinero a las empresas. Este capítulo tiene un presupuesto de ocho millones de euros y pretende sufragar 30 operaciones. El conselleiro de Industria, Francisco Conde, anunció que se trata de un plan innovador que “garantiza el retorno continuo de los fondos al tejido productivo”. En total, la estrategia Galicia 1.000 va a poner a disposición de las empresas 50 millones de euros, a través de fondos de capital riesgo, bonificaciones de tipos de interés con créditos ICO y avales a través del Igape. El objetivo es movilizar 200 millones de euros (los 150 restantes deberán aportarlos las empresas) y “no dejar que ningún proyecto se quede en un cajón por falta de financiación”, dijo Conde.

El presidente avanzó el contenido de un estudio sobre necesidades de suelo empresarial hasta 2024. Prevé 117 actuaciones en 45 ayuntamientos, con 46 millones de metros cuadrados. El informe servirá de guía para las inversiones, que se irán realizando en función de la demanda y solo en aquellos ayuntamientos donde las empresas precisen de más terreno industrial. El cálculo de la Xunta concluye que en diez años será el 18% de las firmas gallegas.