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Girona, Tarragona y Lleida salen a la calle para celebrar la jornada

Los autores locales se abren paso entre los lectores de las capitales de provincia catalanas

Una imagen de este Sant Jordi en Girona.
Una imagen de este Sant Jordi en Girona.PERE DURAN

Girona. La Diada de Sant Jordi en Girona ha estado dedicada este año a homenajear la figura del poeta Joan Vinyoli en el centenario de su nacimiento. Por una parte se ha glosado su obra literaria en el desayuno tradicional que cada año ofrece la Generalitat a escritores, editores y libreros. Por la otra, durante toda la jornada la plaza del Ayuntamiento ha acogido una lectura pública de la obra de este poeta, que tuvo una estrecha relación con Santa Coloma de Farners i Begur, donde pasó muchos veranos.

El día del libro y de la rosa ha sido soleado y luminoso gracias a la tregua concedida por la lluvia que ha caído los últimos días. Miles de personas han paseado por la Rambla y la plaza Catalunya entre los cerca de 200 puestos de libros, rosas y otros elementos típicos. Los libreros, se han mostrado optimistas con las ventas. Guillem Terribes, uno de los históricos de la ciudad, cree que la gente vuelve a comprar más porque "pasan de la crisis, porque ven que hace siete años que se encuentran en la misma situación y se ha acostumbrado a ella". Según él, la tendencia de dos grandes libros que se desmarcaban del resto ha cambiado, "se ha ampliado y diversificado". Ahora una decena de autores y sus obras comparten las grandes listas de ventas. Entre ellos, el gerundense Vicenç Pagès con Dies de Frontera, el Desig de xocolata de Care Santos, el reconocido como mejor restaurador del mundo, Joan Roca, con Cuina amb Joan Roca o L'Analfabeta que va salvar al País de Jonas Jonasson. A pesar de que la rosa roja sigue siendo la gran elegida, rosas de todos los colores, texturas, medidas y formatos han invadido el centro de la capital gerundense. Blancas, amarillas, azules, teñidas del color del arcoiris y con los tonos de la señera. Flores naturales, de papel, de pasta, de cristal, de ropa, de plata y hasta de ganchillo, con precios, según su elaboración, entre los 2 y los 20 euros.

Tarragona. Miles de personas han salido a la calle en Tarragona desde primera hora de la mañana para recorrer la Rambla Nova, centro de la Diada de Sant Jordi en la ciudad y donde se encuentran la mayoría de las 200 paradas de rosas y libros existentes. El día ha amanecido soleado, algo que anhelaban los paradistas. “Sant Jordi siempre va bien para los libreros, este año al ser laborable la gente ha empezado a acudir a nosotros más temprano, no tenemos tiempos muertos. Los clientes ya no compran tan alegremente pilas de libros y buscan ediciones de bolsillo más económicas”, ha explicado Ricard Espinosa, uno de los socios de la librería La Capona, quien cree que la cifra de ventas se mantendrá similar a la del año pasado. Espinosa calcula que su establecimiento puede vender hoy unos 5.000 títulos, algo que representa entre un 6 y un 8% del total anual. La cifra escala hasta un 20% en el caso de librerías más pequeñas. “Son sensaciones pero lo que canta son los números, así que hasta dentro unas horas no sabremos realmente qué tal ha transcurrido Sant Jordi”, ha añadido Espinosa. En Tarragona los libros más solicitados son ediciones locales, como La cuina del Chartreuse, de David Solé, Txema Gavaldà i Marta Domènech, o La targeta postal a Tarragona. 100 anys d'història, de Josep Maria Brull i Alabart. También triunfa Desig de Xocolata, de Care Santos. “Me he comprado Quan en dèiem Xampany, de Rafel Nadal, porque he leído buenas críticas de este libro, este es un día para salir a pasear y disfrutar en familia”, ha explicado Neus Gavaldà mientras a su lado su hija, Neus Berga, oteaba paradas en busca de ediciones de la escritora americana Maggie Stiefvater.

Una joven, en la Rambla Nova de Tarragona, se toma una fotografía mientras sujeta una rosa.
Una joven, en la Rambla Nova de Tarragona, se toma una fotografía mientras sujeta una rosa.Josep LLuis Sellart

Parejas a las paradas de libros decenas de floristas, entidades y asociaciones recurren a la imaginación para vender sus productos, como en el caso de la Floristería Vitrall, que ofrece rosas tradicionales por cuatro euros pero también rosas realizadas con cera de velas por ocho euros. “Es el día de la rosa por excelencia en Cataluña y todo el mundo quiere estar aquí, vendiéndolas”, se ha quejado María José, propietaria Vitrall. Una vecina, Dolors Juncar, ha comprado una de estas rosas que pueden servir como vela. “Las colecciono de colores diferentes, este año la he comprado lila, ya tengo seis, así las guardo de recuerdo y no se estropean”, ha narrado mientras paseaba por la Rambla Nova. En la parada del Esplai La Grapadora ofrecen a partir de un euro rosas y dragones que en realidad son imanes. “Lo hicimos como una actividad para los niños y tuvo éxito, los vendemos para poder ir de colonias”, ha narrado uno de los monitores, Joan Albert Besora. En la Rambla Nova también se han hecho un hueco paradas reivindicativas y solidarias, como la de Onada Violeta, Plataforma de Dones de Tarragona, que vende por dos euros adornos de rosas de color violeta realizados por las mujeres trabajadoras de Panrico. “No cobran desde hace cinco meses y esta es nuestra forma de contribuir a su caja de resistencia”, ha explicado Rocío León, integrante del colectivo Onada Violeta. A pocos metros, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Tarragona cambiaba rosas por alimentos básicos.

Lleida. La fiesta de Sant Jordi ha estado este año en Lleida más animada que en los últimos años. El tiempo primaveral ha hecho que una multitud haya recorrido durante todo el día las más de 200 paradas de libros, rosas y otros artículos instaladas en las calles más comerciales del centro de la ciudad. Los grupos de escolares han sido los más madrugadores y los que han dado un colorido especial a la tradición. El presidente del gremio de libreros se ha mostrado muy satisfecho por el ritmo de ventas. Aparte de los best-seller, los libros que han tenido más éxito entre el público han sido los de autores locales y los relacionados con el Tricentenario del 1714 y el proceso soberanista en Catalunya.

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De la cosecha literaria local ha destacado por encima de todos el libro Lo lleidatà és fácil (Fonoll), de Robert Masip, Ferran Montardit y David Prenafeta. Se trata de una versión ampliada de Lo nou diccionari lleidatà-català de los mismos autores, donde se recogen vocablos y expresiones propias de las tierras de Ponent. También han triunfado títulos como La sergent Anna Grimm, de Montse Sanjuan; Asesinato en el archivo, de Alexandra Cuadrat; Dos taüts negrees i dos de blancs, de Pep Coll; Señales de humo, de Marc Fontanillas. La jornada contó con diversos actos culturales e institucionales. Los más concurridos y con mayor presencia de escritores y políticos fueron un almuerzo literario en la sede de Pagès Editors a primera hora y, al mediodía, el tradicional vermú organizado por una librería en la céntrica Rambla d’Aragó. Entre los actos institucionales ha destacado el organizado por la Diputación de Lleida en el Institut d’Estudis Ilwerdencs (IEI), donde se ha presentado Les Terres de Lleida des de l’aire, un libro que recoge fotografías aéreas de todas las comarcas leridanas con explicaciones de trece reconocidos escritores.

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