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El violador del estilete seguirá en prisión por el “riesgo de reiteración”

Fue detenido por un intento de agresión a una mujer del pueblo donde vivía tras salir de prisión

El País
Santiago -

El Juzgado de Lugo ha destimado el recurso presentado por la defensa de Félix Vidal Anido, el "violador del estilete", para solicitar su excarcelación, por lo que la decisión final está ahora en manos de la Audiencia Provincial. Según ha informado el Tribunal Superior de Galicia, el juez ha rechazado la petición de excarcelación debido "al riesgo de reiteración delictiva" y también por el "riesgo de fuga a la vista de las penas que le podrían ser impuestas".

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Además, el juzgado entiende que "los indicios delictivos existentes no han podido ser desvirtuados" con los argumentos de la defensa de Vidal Anido. En cuanto a la instrucción de la causa, por el momento el juzgado da por concluidas las pruebas testificales, después de una última declaración que tuvo lugar hoy mismo, de forma que la instructora estaría "sólo pendiente de recibir el resultado de unas pruebas periciales".

Tras salir de prisión a finales del año pasado a consecuencia de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que derogó la conocida como doctrina Parot, el violador del estilete permanece en prisión provisional en Bonxe después de haber sido detenido el 11 de abril por un intento de agresión acontecido el miércoles 9 en Lugo. Según la Policía, supuestamente el hombre se abalanzó sobre una mujer cuando ésta regresaba a su domicilio y huyó cuando se percató de que el hijo de la víctima se encontraba en el interior de la vivienda.

Anido declaró que estaba viajando en autobús de Lugo a Meira en el mismo momento en el que se produjo el asalto a una mujer en la zona de Augas Férreas, en la capital lucense. Según el letrado de oficio que se hizo cargo de su defensa, "existe una justificación razonable del lugar en el que estaba su cliente en el momento en el que se le imputan los hechos y no existe ninguna prueba, de entrada, que lo descarte". Después de salir de prisión, Félix Vidal se instaló en la parroquia de San Martiño de Barreiros, en Pol (Lugo), donde residen sus padres, tras cumplir más de 30 años de prisión por medio centenar de ataques a mujeres.

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