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Una “condonación” de 14,6 millones de deuda

La Generalitat perdonó a Valmor lo que debía a la empresa pública Circuito del Motor, que fue la compradora

La compra de Valmor Sports es “el gran escándalo de la era Fabra”, sentenció Ignacio Blanco, que centró sus críticas a la operación en dos aspectos, la renuncia a exigir responsabilidades a sus gestores y la “condonación” de una deuda de 14,6 millones con la propia Generalitat.

“El comprador declara y se obliga a mantener indemnes a los actuales consejeros de la sociedad respecto de cualquier responsabilidad de carácter civil derivada de su cargo”, reza una de las cláusulas del contrato entre Valmor y Circuito del Motor y Promoción Deportiva, que el diputado de EUPV se preocupó de precisar que aprobaron por unanimidad en el consejo de esta última empresa Lola Johnson, Luis Lobón, Bruno Broseta y Mateo Castellà, secretarios autonómicos y director general, respectivamente, y también José López Jaraba, exdirector general de RTVV, Eusebio Monzó y Rafael Ripoll, secretarios autonómicos, que delegaron su voto.

Valmor Sports se creó expresamente para organizar la Fórmula 1 en Valencia tras el anuncio de Francisco Camps de su acuerdo con Bernie Ecclestone, el patrón de la competición automovilística. Camps dijo entonces que la prueba no costaría un euro a la Generalitat. Sin embargo, desde el principio fue una sociedad pública, Circuito del Motor y Promoción Deportiva, que gestiona el circuito de Cheste, la que se encargó de la organización material de la prueba. Ya en la segunda edición, en 2009, tuvo que asumir la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, otra empresa de la Generalitat, el pago del canon anual a Ecclestone. Y al final, Circuito del Motor acabó comprando Valmor, con sus deudas. Es en ese contexto en el que la Generalitat condonó 14,6 millones que Valmor debía a Circuito el Motor (en realidad, no le pagó nunca) por los costes de organización de la prueba en años sucesivos. El diputado de EUPV lo consideró un indicio claro de prevaricación y lo consideró “inaudito”. También destacó que uno de los socios que vendieron Valmor, Bancaja, era a su vez acreedor, pues tenía préstamos pendientes.

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