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Reverdecer Malasaña desde arriba

Dos mujeres lanzan un concurso que premiará al balcón más natural del barrio Lar artífices pretenden contrarrestar con plantas la expansión del cemento

Uno de los participantes en el certamen.
Uno de los participantes en el certamen.Samuel Sánchez

Transformar las calles desde los balcones es el reto que se han planteado dos mujeres del barrio de Malasaña que, cansadas de tanto cemento, pretenden reverdecer la rutina. Su proyecto, Rebrota Malasaña, tiene como objetivo transformar la zona de forma colectiva con plantas que acerquen la naturaleza a la ciudad, mejoren la calidad del aire, decoren y sensibilicen medioambientalmente. El próximo mes de junio se premiará al balcón más natural del barrio. La iniciativa ganó el concurso Proyectos con espíritu,una convocatoria realizada por el espacio de trabajo compartido Espíritu 23 para apoyar a emprendedores sociales con ideas transformadoras e innovadoras que provoquen cambios positivos en la sociedad.

Lola, una de las participantes, es artista plástica y vive desde hace 15 años en la calle de Don Felipe, aunque sus balcones bien podrían colgar sobre una calle de Jaén, donde pasó su infancia. La mujer conoció su amor por las plantas un verano que quedó al cuidado de la terraza de su madre. “Descubrí que se trata de seres vivos y que te dan energía”. Sus tres balcones “andaluces” llaman tanto la atención que a menudo sufre robos por parte de personas que quieren llevarse en un esqueje los colores y aromas con los que embellece los enrejados de su casa.

Los barrios de Justicia y Universidad —donde está emplazado Malasaña— albergan unos 50.000 vecinos que solo disponen de cuatro plazas de escasas dimensiones.

Nuria Sáenz López y Laura Pinto quieren remediarlo a su manera. Ambas conforman Rojomenta, un espacio que ofrece servicios de agricultura y jardinería ecológicas a nivel particular y colectivo. En septiembre de 2013 fueron galardonadas con el premio Proyectos con Espíritu de Espíritu 23, para la ejecución en los primeros meses de 2014 de un proyecto de dinamización del barrio en torno a la vegetación urbana y la jardinería y huerta ecológica en balcones.

Las mujeres descubrieron que en Malasaña hay unos 36.000 balcones y sueñan con llenar la mayor cantidad posible con plantas porque entienden que la botánica es “una herramienta terapéutica y de sensibilización, una actividad que relaja y permite asistir al crecimiento de la vida”.

Rebrota Malasaña consta de tres momentos: la realización de talleres en los cuales se enseñan las bases de la jardinería y la horticultura en pequeños espacios; paseos organizados para descubrir los rincones verdes del barrio y un concurso de balcones que finalizará en junio y para el cual ya está abierta la inscripción, escribiendo a rebrota@rojomenta.com o de forma presencial en la calle del Espíritu Santo 23 los lunes, miércoles y viernes de 18.00 a 20.00. Las mujeres confían en que la experiencia se replicará en otros barrios. Es decir, esperan que el amor por el verde se extienda por Madrid con la convicción de una hiedra.

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